martes, 22 de diciembre de 2015

Londra, la pequeña Urt ( 2do capitulo )


La Busqueda.



-¡Oh, Noo Padre, padre..! –corrían ambas niñas colina abajo hacia su padre quien había caído bajo el filo de la espada de un proscrito el que terminara ese día con la vida del viejo Agathor.
El hombre permanecia de pie mientras contemplaba a ambas niñas tiradas sobre el cuerpo inerte del viejo campesino, este se reía sin ningún tipo de compasión mientras las niñas no tenían ni idea de su oscuro destino.
-¡Sabia que este viejo tenía un valioso tesoro! –Volvió a reír mientras sus compañeros se acercaban a él. -¡Pero Nunca creí que fuera por partida doble! Jajajaja! 
-¡Era nuestro padre, por qué? Por queee?-grito la frágil y tímida Leyli. El Hombre rudo y desagradable se quito la capucha en forma de cabeza de Larl, dejando ver su ondulado cabello largo  atado en una cola era de color naranja con reflejos marrón oscuro, quizás en un tiempo fuera de ese color pero el incesante Torvis lo había cambiado con el pasar de los años; fingiendo dolor en su rostro se agacho junto a las jóvenes y tomando a la pequeña Leyli de la barbilla la alzo para que lo mirase a los ojos, y con su dedo pulgar le limpio una lagrima que bajaba por su ya húmeda mejilla.
-¡En serio primor!, este viejo hombre era vuestro padre! ¡Oh.. Cuanto lo siento! – Miro a sus compañeros que ya estaban junto a él, y soltándola alzo su mano y con el revés la dejo caer con fuerza sobre el delicado rostro de la joven muchacha quien jamás en su vida había experimentado tanto dolor. Leyli, cayó al otro lado del cuerpo de su padre, el cabello oscuro caía en cascada sobre su rostro, con su temblorosa mano toco su mejilla adolorida y limpiado así con sus dedos la sangre que brotaba de sus labios ahora rotos.   Layla, corrió a su lado y la acuno entre sus brazos.
-¿Noo, es, es… usted señor …un desalmado, golpear así a una Mujer libre, eso no lo permitiría nuestra padre! -Grito furiosa y con los ojos desorbitados. El hombre la miro cambiando su rostro ahora por uno lleno de expectación y asombro ante el descaro de la muchacha, se levanto y se paro frente a ellas.
-¡Vuestro padre? ¿Acaso no es este infeliz! –Y pateando el cuerpo del viejo lo giro para así dejarlo boca arriba, mostrando la sección de su cabeza cortada a la altura del cuello, lo que causo un nuevo grito de las niñas, haciendo que ambas se acurrucaran entre sí. El Hombre volvió a reír al verlas asustadas y ordeno a sus hombres las sometieras, desnudaran y las ataran para así hacerlas sus esclavas.
-¡Sin dudas me darán una gran fortuna por ustedes dos!- ¡Desnúdenlas y Atenlas las quiero a ambas en mi carreta!- Les grito a uno de sus compañeros quienes sujetaron a las jóvenes por los brazos y los cabellos y las arrastraron mientras se resistían aunque era inútil en comparación con la fuerza de aquellos hombres; las niñas gritaban y se retorcían bajo las manos de aquellos proscritos, quienes se divertían haciéndolas sufrir de esa manera.
Londra había presenciado toda la escena pero sus extremidades no le respondieron a causa de ver como su padre era cruelmente asesinado, tampoco se inmuto al ver a sus dos hermanas cuando eran arrastradas y desnudadas y llevadas hacia la careta del hombre cruel y malvado, se quedo allí sin poder hacer nada; sin siquiera atreverse a salir a su rescate, en ese momento pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer sobre el cuerpo de Londra confundiéndose con las lagrimas sobre su rostro. Agradeció que sus hermanas al estar en shock no la nombrasen, pero por cuánto tiempo? Debía salir de allí, hacer algo! Pero qué? Ella sola no podría hacer absolutamente nada, enfrentarse  sin armas a esos hombres quienes la superaban tanto en número como en fuerza.
Una última mirada al cuerpo inerte de su padre a quien la lluvia comenzaba a limpiar el charco de sangre que se había acumula bajo su cuerpo, limpio con amargura sus lagrimas y corrió al punto en donde había dejado a sus dos hermanas, quienes ahora estarían a salvo si no hubieran sido tan tontas y desobedientes. La lluvia comenzaba a arreciar, como era habitual en estas zonas llanas de Gor; solía hacerlo por ahns, incluso días enteros. Londra en su camino de regreso encontró el saco de piel que ella misma les diera a sus hermanas en el lugar en donde seguro ellas escucharon las voces y corrieron al encuentro con su padre, quien ahora estaba muerto y ellas sin dudas serian esclavizadas y vendidas cuanto antes.
Corrió colina arriba y por la orilla del pequeño riachuelo que desembocaba a los pies del campo del que su padre había sido dueño y tenido por tantos años y en el cual había sido criada.
Años pasaron, los mejor años de su vida pero el día tan temido por el viejo Agathor llego; pero ahora ella no descansaría hasta encontrar vengar  su muerte, y rescatar así a sus dos hermanas.
Entre charcos de agua y lodo Londra tropezaba, cada vez mas agotada, cada vez con mas y mas frió, no quería dejar de huir, no fuera que sus hermanas le hubieran dicho de  su paradero y ya incluso le estuvieran buscando. La recia lluvia comenzaba a opacar su visión, ya ahora era mucho mas borroso el lugar, incluso frente a ella, decidió parar un rato e intentar oír si alguien la seguía, su padre le había enseñado como hacerlo. Se detuvo y comenzó a calmarse ya que su respiración era pesada y ruidosa y podía confundirse con la de alguien mezclada con el ruido de la fuerte lluvia, el ruido de esta al caer sobre los arboles, los charcos, su propio cuerpo en movimiento, comenzó a relajarse, cerró los ojos mientras permanecía apoyada en un árbol. Comenzó a contar y enseguida sus latidos fueros disminuyendo y los sonidos tomando formas, y así recuerdos de su infancia llegaron a su mente…
-“ ¡Londra, londra. Mírame…! Agathor le había puesto en un lugar apartado del bosque, estaban tan solo ellos dos, eso lo hacía solos cuando solían ir a cazar tabuk.
-¡Ahora cierra tus ojos! ¿Dime que escuchas! –la niña sonriente reía feliz, y cerrando sus ojos, se mordía el labio inferior mientras ladeaba la cabeza pensando e intentando oír los ruidos que  le rodeaban en ese momento.
-¡Ummm, escucho… jajaja, mi respiración papi!
-¡Bien y que mas?
-¡La tuya!
-¡Londra concéntrate…!
-¿Pero que se supone debo escuchar padre?- le pregunto mientras espiaba por un ojo.
-¡No, no no, no hagas trampa; Bien solo escucha como tu respiración va cambiando, como llega a un punto en que tu corazón debería detenerse para dejarte oír mas allá…!
-¿Mas allá?
-¡Así es mi pequeña, debes oír a aquellos que no desean que los escuches, a aquel que puede venir tras tus huellas y con sigilo te está esperando para saltar sobre ti…!
–¡Deja de oír el canto de aves alegres y veras que uno de esos cantos cambia, dejándote saber que algo a tu alrededor ha cambiado, lo oyes? Las aves te dirán, la naturaleza te habrá a ti solo a ti! -y en ese momento el viejo Agathor la coge entre sus brazos para hacerle cosquillas y terminar juntos riendo y abrazados.
-¿Jamás dejaras que nada malo nos pase, verdad papi?
-¡No mi pequeña, jamás mientras yo esté vivo dejare que nada malo les pase a ti o a tus hermanas!
El silencio se hiso, para ella su corazón se detuvo, el sonido del agua era como si lo hubieran quitado, su mente se puso en blanco y enseguida solo escucho el correr de las aguas, un leve trinar perdido en el aire, el revolotear de alas sacudiendo el agua de sus cuerpo acurrucados y nada más, a los oídos de Londra solo llegaron los ruidos de la naturaleza en calma, se tranquilizo, su padre le había entrenado bien el arte de caminar a ciegas. Comenzaba a anochecer y de acuerdo con las piedras pasang, debía caminar durante mucho, quizás algunas anhs mas antes de que el Torvis realmente se ocultara pero las nubes había adelantado el tiempo y la oscuridad ya estaba sobre el bosque; pero a pesar de que aun no reinaba la oscuridad muchos de los pájaros multicolores se habían retirado ya a sus nidos debido al fuerte aguacero; Londra pensó que no tenía sentido seguir si ya a esas horas no se distinguía mas allá de sus narices, ella sabía que las noches goreanas estaban llenas de peligros y en especial para una joven e indefensa mujer.
Afortunadamente ningún libre le seguía, ningún animal le asechaba, siguió un poco mas hasta que le dolieron los huesos, debía buscar refugio, en la oscuridad era mucho más vulnerable; el sleen, una fiera impresionante de seis patas, mitad serpiente, mitad mamífero, suele salir a cazar en las noches y si estaba hambriento no habrá aguacero que valga; todavía no había visto ninguno pero su padre bien le había mostrado como son y lo que eran capaz de hacer al hombre; incluso en una oportunidad cuando ella y su padre salieron a cazar, este le había mostrado como eran sus huellas.
Londra llego agotada a la base de un enorme  Árbol de Hogarthe: Estos árboles son una reminiscencia del álamo de la Tierra. Poseen una corteza blanca y brillantes hojas verdes. Mide  aprox. 50 pies (15,24 metros). Se encuentran de forma habitual en zonas de agua y en las Barrens, hogar de los Salvajes Rojos. Estos árboles se denominan Hogarthe, por el nombre de uno de los primeros exploradores blancos que fueron a la región de las Barrens y le descubrió.  
Londra  saco fuerzas para treparse a uno de esos  frondoso arboles de grueso tallo, escalo resbalándose debido al cansancio y a que estaba completamente mojada y cubierta de lodo; caía a cada rato por lo que sus rodillas y manos se lastimaron mucho.  Escalo hasta la parte más alta y frondosa, para así ocultarse de los depredadores y cubrirse de la lluvia. Una vez allí se acurruco mientras calmaba sus temblores por el frio. Desde allí rogo por que la lluvia cesara pronto para que así ella pudiera seguir su camino, lo bueno era que ya debajo del árbol las gotas de agua no caían sobre su ya mojado cuerpo.
Las gotas aun caían de las copas de los arboles, el trinar de aves exóticas, el chillido de los urt de campo y los insectos hacían de esta mañana habitual en Gor una salida del Torvis especial, pero para Londra seria una dura realidad, recordar con dolor lo sucedido la tarde anterior, por fortuna esta primera lluvia del mes, no fueron como en tiempos anteriores o al menos es un comienzo favorable para la joven muchacha, quien se buscaría un rumbo para así llegar a encontrar donde pudiera ella ser libre sin ningún tipo de problemas.
Para todo ese recorrido Londra recordó que podía contar con alguien en especia; y justo allí a unos cuantos pasang mas al norte, se encontraba la casa de los viejos amigos de sus padres, familiares lejanos a decir verdad; pensó en ellos, así que se dirigió  en busco de esa ayuda allí,  hallo al viejos amigos de la familia y al contarles su fortuna, este sin miramientos se ofreció a colaborarle intentando  convencerla de que la mejor alternativa era dejar las cosas como estaban ya que esa búsqueda sería inútil, y más  para una mujer sola; encontró especial apoyo en los hijos del viejos Lo-kart, quienes le ayudarían enviándola con un amigo conocedor de la ruta menos peligrosa a su destino; los hijos eran, también granjeros a los que Londra conocía muy bien, ellos le ayudaron a pesar de que su padre se había opuesto a esa descabellada idea.
Lo-kart les había dicho que sería mejor si permanecían allí con ellos, que sin dudas ellos, podrían mantenerla, la esposa del granjero Maey, le había hablando de los peligros de que una mujer libre anduviera sola por esas grandes ciudades, sin dudas no daría ni un paso más sin corre la misma suerte de sus jóvenes hermanas, pero a pesar de sus consejos Londra era terca y deseaba cuanto antes rescatarla o al menos intentarlo, aunque en eso se le fuera la   vida. Dracco y Cornrad serian sus escoltas, pero para mayor seguridad, el viejo Lo-kart les había aconsejado que era mejor que le llevasen vestida de hombre, así pasaría desapercibida y no llamaría mucho la intención, esto era también por que el viejo temía por la vida de sus hijo sus dos únicos hijos, londra acepto incluso se raparía el cabello pero la madre  quien en realidad era prima de su madre le enseño a enroscarse el cabello de tal manera que se podría mantener bajo un gorro o capucha sin ser mal visto, aunque este se le cayera por el viento, y así sin dudas pasaría por un hermano más de la pequeña familia.

Londra se recogió el largo y ondulado cabello y tapo con una gorro de campesino, se vistió con ropas de hombre de uno de los hermanos y calo un par de botas, así pasaría la mayor parte del viaje hasta llegar a su destino, pero los jóvenes solo la llevarían hasta Victoria donde debería tomar su propio rumbo hacia Puerto Kar; tenía un largo viaje por recorre, lleno de intrincados caminos, bosques con desembocaduras de ríos, pueblos y grandes ciudades deberá buscar las ciudades que  normalmente, posean “calle de las marcas”,  o en distrito de esas ciudad donde puedan encontrarse las “casas de subasta de esclavas”, allí sin dudas estarían sus hermanas; debía  intentar encontrar pistas de su paradero con la mayoría de los habitantes importantes de esas ciudad, pero también debía de indagar si en esas ciudades, donde  también se encontraban los ilustres habitantes de otras más grandes, que a menudo venían aquí en busca de nuevas y exóticas mercancías para luego partir a donde realmente vivían, y que no suelen recibir a vendedores o esclavistas por lo que ellos se trasladas a hacer sus peculiares compras se las habían llevado.

 Cada villa era una fortaleza, para cuando se producían ataques enemigos.
También se localizaban en el interior de estas ciudades, jardines de placer de infinita variedad, amurallados para no dejar pasar a visitantes no deseados, por lo cual sus mujeres y esclavas podían estar libremente para pasar el tiempo en charlas y reuniones, otro buen punto para buscar a sus hermanas, que quizás hayan sido vendidas a estos jardines.
Los baños públicos, eran también lugares típico de una estas ciudades, de varios tamaños y calidad para servir las necesidades de los ciudadanos. Estas sin embargo se encuentran Localizadas en las afueras de estas ciudades, pero igualmente protegidas por murallas.
Londra tenía un largo viaje por recorre, lleno de intrincados caminos, bosques con desembocaduras de ríos, pueblos y grandes ciudades deberá buscar las ciudades que  normalmente, posean “calle de las marcas”,  o en distrito de esas ciudad donde puedan encontrarse las “casas de subasta de esclavas”, allí sin dudas estarían sus hermanas; debía  intentar encontrar pistas de su paradero con la mayoría de los habitantes importantes de esas ciudad, pero también debía de indagar si en esas ciudades, donde  también se encontraban los ilustres habitantes de otras más grandes, que a menudo venían aquí en busca de nuevas y exóticas mercancías para luego partir a donde realmente vivían, y que no suelen recibir a vendedores o esclavistas por lo que ellos se trasladas a hacer sus peculiares compras se las habían llevado.
 Cada villa era una fortaleza, para cuando se producían ataques enemigos.
También se localizaban en el interior de estas ciudades, jardines de placer de infinita variedad, amurallados para no dejar pasar a visitantes no deseados, por lo cual sus mujeres y esclavas podían estar libremente para pasar el tiempo en charlas y reuniones, otro buen punto para buscar a sus hermanas, que quizás hayan sido vendidas a estos jardines.
Los baños públicos, eran también lugares típico de una estas ciudades, de varios tamaños y calidad para servir las necesidades de los ciudadanos. Estas sin embargo se encuentran Localizadas en las afueras de estas ciudades, pero igualmente protegidas por murallas.
Paso por Ar, luego viajo a Telsit, Siba y Fina; hasta llegar incluso  muy cerca de la ciudad de Victoria, La capital de la alianza del Vosko, está localizada en la orilla norte, al este de La Estación de Ar. La cual ha sido guarida de ladrones, y mercaderes de esclavos. La mayoría de los piratas y ladrones han sido expulsados de esta ciudad. Por lo que los hijos del viejo Lo-kart no le acompañaron mas allá de las puertas de esa ciudad pero sin dudas le dieron el nombre de uno libre quien gracias a un favor que les debía no podría negarse a llevarla a su destino y así lo hicieron. Londra se despidió de Dracco y de Cornrad, estos le desearon buena suerte y le enviaron con la nota para así encontrar a Van Victoriu’s este seria quien la llevaría a Puerto Kar, la joven lloro mientras se abrazaba a ellos; durante todo ese tiempo juntos se había llegado a agarrar más cariño del que ya les tenia.

Por favor Londra no te aventures sin antes estar con Van nunca te separes de él, quédate siempre  cerca! ¿Prometes seguir sus consejos?
-¿Si Cornrad, lo hare! *snif – snif le miro llorosa, mientras se secaba la nariz de la manga de su camisa grande.
-¡No dejes que te atrapen pecosa!*le bromeo en enorme y rubio Dracco, mientras le guiñaba un ojo.
-¿No Dracco no lo hare!- y enseguida le mostro las aguja que este le había dado para que cargara bajo sus ropas, estas agujas solían estar envenenadas para así defenderse de los Libres que quisieran atacar a una mujer libre. Dracco se la había obsequiada en una vaina que bien podía llevar atado a la muñeca o a sus faldas pero en este caso ella que vestía de hombre lo llevaba bajo sus ropas, la vaina constaba de tres agujas envenenas, ellos le enseñaron como usarlas y muy bien.

 Londra una vez estando en Victoria se entero que el Joven Carpintero había salido a buscar madera a los bosques lejanos de la ciudad, pero que sin dudas en una Mano estaría de regreso ya que hacía tiempo de su partida;  por lo que decidió permanecer de bajo perfil y escabullirse hasta alguna posada para así poder pasar algunos días sin llamar mucho la atención, el viejo Lo-kart  le había dado unas cuantas monedas,  dinero suficiente para estar bien un buen tiempo, para que ella pudiera seguir la otra parte del vieja sola; desde allí encontraría la manera de llegar a Puerto Kar, donde  sin dudas seguiría las pistas para  encontrar el paradero  de sus dos hermanas…




Continuara.-



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