La Busqueda.
-¡Oh, Noo Padre, padre..! –corrían ambas niñas colina abajo hacia
su padre quien había caído bajo el filo de la espada de un proscrito el que
terminara ese día con la vida del viejo Agathor.
El hombre
permanecia de pie mientras contemplaba a ambas niñas tiradas sobre el cuerpo
inerte del viejo campesino, este se reía sin ningún tipo de compasión mientras
las niñas no tenían ni idea de su oscuro destino.
-¡Sabia que este viejo tenía un valioso tesoro! –Volvió a reír
mientras sus compañeros se acercaban a él. -¡Pero
Nunca creí que fuera por partida doble! Jajajaja!
-¡Era nuestro padre, por qué? Por queee?-grito la frágil y tímida Leyli.
El Hombre rudo y desagradable se quito la capucha en forma de cabeza de
Larl, dejando ver su ondulado cabello largo atado en una cola era de color naranja con
reflejos marrón oscuro, quizás en un tiempo fuera de ese color pero el
incesante Torvis lo había cambiado con el pasar de los años; fingiendo dolor en
su rostro se agacho junto a las jóvenes y tomando a la pequeña Leyli de la
barbilla la alzo para que lo mirase a los ojos, y con su dedo pulgar le limpio
una lagrima que bajaba por su ya húmeda mejilla.
-¡En serio primor!, este viejo hombre era vuestro padre! ¡Oh.. Cuanto
lo siento! – Miro a sus compañeros que ya estaban junto a él, y soltándola
alzo su mano y con el revés la dejo caer con fuerza sobre el delicado rostro de
la joven muchacha quien jamás en su vida había experimentado tanto dolor.
Leyli, cayó al otro lado del cuerpo de su padre, el cabello oscuro caía en
cascada sobre su rostro, con su temblorosa mano toco su mejilla adolorida y
limpiado así con sus dedos la sangre que brotaba de sus labios ahora
rotos. Layla, corrió a su lado y la acuno
entre sus brazos.
-¿Noo, es, es… usted señor …un desalmado, golpear así a una Mujer
libre, eso no lo permitiría nuestra padre! -Grito furiosa y con los ojos
desorbitados. El hombre la miro cambiando su rostro ahora por uno lleno de
expectación y asombro ante el descaro de la muchacha, se levanto y se paro frente
a ellas.
-¡Vuestro padre? ¿Acaso no es este infeliz! –Y pateando el cuerpo
del viejo lo giro para así dejarlo boca arriba, mostrando la sección de su
cabeza cortada a la altura del cuello, lo que causo un nuevo grito de las
niñas, haciendo que ambas se acurrucaran entre sí. El Hombre volvió a reír al
verlas asustadas y ordeno a sus hombres las sometieras, desnudaran y las ataran
para así hacerlas sus esclavas.
-¡Sin dudas me darán una gran fortuna por ustedes dos!-
¡Desnúdenlas y Atenlas las quiero a ambas en mi carreta!- Les grito a uno de sus
compañeros quienes sujetaron a las jóvenes por los brazos y los cabellos y las
arrastraron mientras se resistían aunque era inútil en comparación con la
fuerza de aquellos hombres; las niñas gritaban y se retorcían bajo las manos de
aquellos proscritos, quienes se divertían haciéndolas sufrir de esa manera.
Londra había
presenciado toda la escena pero sus extremidades no le respondieron a causa de
ver como su padre era cruelmente asesinado, tampoco se inmuto al ver a sus dos
hermanas cuando eran arrastradas y desnudadas y llevadas hacia la careta del
hombre cruel y malvado, se quedo allí sin poder hacer nada; sin siquiera
atreverse a salir a su rescate, en ese momento pequeñas gotas de lluvia
comenzaron a caer sobre el cuerpo de Londra confundiéndose con las lagrimas sobre
su rostro. Agradeció que sus hermanas al estar en shock no la nombrasen, pero
por cuánto tiempo? Debía salir de allí, hacer algo! Pero qué? Ella sola no
podría hacer absolutamente nada, enfrentarse
sin armas a esos hombres quienes la superaban tanto en número como en
fuerza.
Una última
mirada al cuerpo inerte de su padre a quien la lluvia comenzaba a limpiar el
charco de sangre que se había acumula bajo su cuerpo, limpio con amargura sus
lagrimas y corrió al punto en donde había dejado a sus dos hermanas, quienes
ahora estarían a salvo si no hubieran sido tan tontas y desobedientes. La
lluvia comenzaba a arreciar, como era habitual en estas zonas llanas de Gor;
solía hacerlo por ahns, incluso días enteros. Londra en su camino de regreso encontró
el saco de piel que ella misma les diera a sus hermanas en el lugar en donde
seguro ellas escucharon las voces y corrieron al encuentro con su padre, quien
ahora estaba muerto y ellas sin dudas serian esclavizadas y vendidas cuanto
antes.
Corrió colina
arriba y por la orilla del pequeño riachuelo que desembocaba a los pies del
campo del que su padre había sido dueño y tenido por tantos años y en el cual
había sido criada.
Años pasaron, los
mejor años de su vida pero el día tan temido por el viejo Agathor llego; pero
ahora ella no descansaría hasta encontrar vengar su muerte, y rescatar así a sus dos hermanas.
Entre charcos
de agua y lodo Londra tropezaba, cada vez mas agotada, cada vez con mas y mas frió,
no quería dejar de huir, no fuera que sus hermanas le hubieran dicho de su paradero y ya incluso le estuvieran
buscando. La recia lluvia comenzaba a opacar su visión, ya ahora era mucho mas
borroso el lugar, incluso frente a ella, decidió parar un rato e intentar oír
si alguien la seguía, su padre le había enseñado como hacerlo. Se detuvo y comenzó
a calmarse ya que su respiración era pesada y ruidosa y podía confundirse con la
de alguien mezclada con el ruido de la fuerte lluvia, el ruido de esta al caer
sobre los arboles, los charcos, su propio cuerpo en movimiento, comenzó a
relajarse, cerró los ojos mientras permanecía apoyada en un árbol. Comenzó a
contar y enseguida sus latidos fueros disminuyendo y los sonidos tomando
formas, y así recuerdos de su infancia llegaron a su mente…
-“
¡Londra, londra. Mírame…! Agathor le había puesto en un lugar apartado del
bosque, estaban tan solo ellos dos, eso lo hacía solos cuando solían ir a cazar
tabuk.
-¡Ahora cierra tus ojos! ¿Dime que escuchas! –la niña sonriente
reía feliz, y cerrando sus ojos, se mordía el labio inferior mientras ladeaba
la cabeza pensando e intentando oír los ruidos que le rodeaban en ese momento.
-¡Ummm, escucho… jajaja, mi
respiración papi!
-¡Bien y que mas?
-¡La tuya!
-¡Londra concéntrate…!
-¿Pero que se supone debo
escuchar padre?- le pregunto mientras espiaba por un ojo.
-¡No, no no, no hagas trampa;
Bien solo escucha como tu respiración va cambiando, como llega a un punto en
que tu corazón debería detenerse para dejarte oír mas allá…!
-¿Mas allá?
-¡Así es mi pequeña, debes oír a aquellos
que no desean que los escuches, a aquel que puede venir tras tus huellas y con
sigilo te está esperando para saltar sobre ti…!
–¡Deja de oír el canto de aves
alegres y veras que uno de esos cantos cambia, dejándote saber que algo a tu
alrededor ha cambiado, lo oyes? Las aves te dirán, la naturaleza te habrá a ti
solo a ti! -y en ese momento el viejo Agathor la coge entre sus brazos para
hacerle cosquillas y terminar juntos riendo y abrazados.
-¿Jamás dejaras que nada malo nos
pase, verdad papi?
-¡No mi pequeña, jamás mientras
yo esté vivo dejare que nada malo les pase a ti o a tus hermanas!
El silencio se hiso, para ella su corazón se detuvo, el sonido del agua
era como si lo hubieran quitado, su mente se puso en blanco y enseguida solo escucho
el correr de las aguas, un leve trinar perdido en el aire, el revolotear de
alas sacudiendo el agua de sus cuerpo acurrucados y nada más, a los oídos de
Londra solo llegaron los ruidos de la naturaleza en calma, se tranquilizo, su
padre le había entrenado bien el arte de caminar a ciegas. Comenzaba a
anochecer y de acuerdo con las piedras pasang, debía caminar durante mucho,
quizás algunas anhs mas antes de que el Torvis realmente se ocultara pero las
nubes había adelantado el tiempo y la oscuridad ya estaba sobre el bosque; pero
a pesar de que aun no reinaba la oscuridad muchos de los pájaros multicolores
se habían retirado ya a sus nidos debido al fuerte aguacero; Londra pensó que
no tenía sentido seguir si ya a esas horas no se distinguía mas allá de sus
narices, ella sabía que las noches goreanas estaban llenas de peligros y en
especial para una joven e indefensa mujer.
Afortunadamente ningún libre le seguía, ningún animal le asechaba,
siguió un poco mas hasta que le dolieron los huesos, debía buscar refugio, en
la oscuridad era mucho más vulnerable; el sleen, una fiera impresionante de
seis patas, mitad serpiente, mitad mamífero, suele salir a cazar en las noches
y si estaba hambriento no habrá aguacero que valga; todavía no había visto
ninguno pero su padre bien le había mostrado como son y lo que eran capaz de
hacer al hombre; incluso en una oportunidad cuando ella y su padre salieron a
cazar, este le había mostrado como eran sus huellas.
Londra llego agotada a la base de un enorme Árbol de Hogarthe: Estos árboles son una
reminiscencia del álamo de la Tierra. Poseen una corteza blanca y brillantes
hojas verdes. Mide aprox. 50 pies (15,24
metros). Se encuentran de forma habitual en zonas de agua y en las Barrens,
hogar de los Salvajes Rojos. Estos árboles se denominan Hogarthe, por el nombre
de uno de los primeros exploradores blancos que fueron a la región de las Barrens
y le descubrió.
Londra saco fuerzas para
treparse a uno de esos frondoso arboles
de grueso tallo, escalo resbalándose debido al cansancio y a que estaba
completamente mojada y cubierta de lodo; caía a cada rato por lo que sus
rodillas y manos se lastimaron mucho. Escalo
hasta la parte más alta y frondosa, para así ocultarse de los depredadores y
cubrirse de la lluvia. Una vez allí se acurruco mientras calmaba sus temblores
por el frio. Desde allí rogo por que la lluvia cesara pronto para que así ella
pudiera seguir su camino, lo bueno era que ya debajo del árbol las gotas de
agua no caían sobre su ya mojado cuerpo.
Las gotas aun caían de las copas de los arboles, el trinar de aves
exóticas, el chillido de los urt de campo y los insectos hacían de esta mañana
habitual en Gor una salida del Torvis especial, pero para Londra seria una dura
realidad, recordar con dolor lo sucedido la tarde anterior, por fortuna esta
primera lluvia del mes, no fueron como en tiempos anteriores o al menos es un
comienzo favorable para la joven muchacha, quien se buscaría un rumbo para así llegar
a encontrar donde pudiera ella ser libre sin ningún tipo de problemas.
Para
todo ese recorrido Londra recordó que podía contar con alguien en especia; y
justo allí a unos cuantos pasang mas al norte, se encontraba la casa de los
viejos amigos de sus padres, familiares lejanos a decir verdad; pensó en ellos,
así que se dirigió en busco de esa ayuda
allí, hallo al viejos amigos de la
familia y al contarles su fortuna, este sin miramientos se ofreció a
colaborarle intentando convencerla de
que la mejor alternativa era dejar las cosas como estaban ya que esa búsqueda sería
inútil, y más para una mujer sola; encontró
especial apoyo en los hijos del viejos Lo-kart,
quienes le ayudarían enviándola con un amigo conocedor de la ruta menos
peligrosa a su destino; los hijos eran, también granjeros a los que Londra conocía
muy bien, ellos le ayudaron a pesar de que su padre se había opuesto a esa
descabellada idea.
Lo-kart les había dicho que sería mejor
si permanecían allí con ellos, que sin dudas ellos, podrían mantenerla, la
esposa del granjero Maey, le había
hablando de los peligros de que una mujer libre anduviera sola por esas grandes
ciudades, sin dudas no daría ni un paso más sin corre la misma suerte de sus jóvenes
hermanas, pero a pesar de sus consejos Londra era terca y deseaba cuanto antes
rescatarla o al menos intentarlo, aunque en eso se le fuera la vida. Dracco y Cornrad serian sus escoltas, pero para mayor seguridad, el viejo Lo-kart les había aconsejado que era
mejor que le llevasen vestida de hombre, así pasaría desapercibida y no
llamaría mucho la intención, esto era también por que el viejo temía por la
vida de sus hijo sus dos únicos hijos, londra acepto incluso se raparía el
cabello pero la madre quien en realidad
era prima de su madre le enseño a enroscarse el cabello de tal manera que se podría
mantener bajo un gorro o capucha sin ser mal visto, aunque este se le cayera
por el viento, y así sin dudas pasaría por un hermano más de la pequeña
familia.
Londra
se recogió el largo y ondulado cabello y tapo con una gorro de campesino, se vistió
con ropas de hombre de uno de los hermanos y calo un par de botas, así pasaría
la mayor parte del viaje hasta llegar a su destino, pero los jóvenes solo la
llevarían hasta Victoria donde debería tomar su propio rumbo hacia Puerto Kar; tenía
un largo viaje por recorre, lleno de intrincados caminos, bosques con
desembocaduras de ríos, pueblos y grandes ciudades deberá buscar las ciudades
que normalmente, posean “calle
de las marcas”, o en distrito de
esas ciudad donde puedan encontrarse las “casas de subasta de esclavas”, allí
sin dudas estarían sus hermanas; debía intentar encontrar pistas de su paradero con la
mayoría de los habitantes importantes de esas ciudad, pero también debía de
indagar si en esas ciudades, donde también
se encontraban los ilustres habitantes de otras más grandes, que a menudo venían
aquí en busca de nuevas y exóticas mercancías para luego partir a donde
realmente vivían, y que no suelen recibir a vendedores o esclavistas por lo que
ellos se trasladas a hacer sus peculiares compras se las habían llevado.
Cada villa era una fortaleza,
para cuando se producían ataques enemigos.
También se localizaban en el interior de estas ciudades, jardines de placer de infinita variedad, amurallados para no dejar pasar a visitantes no deseados, por lo cual sus mujeres y esclavas podían estar libremente para pasar el tiempo en charlas y reuniones, otro buen punto para buscar a sus hermanas, que quizás hayan sido vendidas a estos jardines.
También se localizaban en el interior de estas ciudades, jardines de placer de infinita variedad, amurallados para no dejar pasar a visitantes no deseados, por lo cual sus mujeres y esclavas podían estar libremente para pasar el tiempo en charlas y reuniones, otro buen punto para buscar a sus hermanas, que quizás hayan sido vendidas a estos jardines.
Los
baños públicos, eran también lugares típico de una estas ciudades, de varios
tamaños y calidad para servir las necesidades de los ciudadanos. Estas sin
embargo se encuentran Localizadas en las afueras de estas ciudades, pero
igualmente protegidas por murallas.
Londra tenía un largo viaje por recorre, lleno de intrincados caminos,
bosques con desembocaduras de ríos, pueblos y grandes ciudades deberá buscar
las ciudades que normalmente, posean “calle
de las marcas”, o en distrito de
esas ciudad donde puedan encontrarse las “casas de subasta de esclavas”, allí
sin dudas estarían sus hermanas; debía intentar encontrar pistas de su paradero con la
mayoría de los habitantes importantes de esas ciudad, pero también debía de
indagar si en esas ciudades, donde también
se encontraban los ilustres habitantes de otras más grandes, que a menudo venían
aquí en busca de nuevas y exóticas mercancías para luego partir a donde
realmente vivían, y que no suelen recibir a vendedores o esclavistas por lo que
ellos se trasladas a hacer sus peculiares compras se las habían llevado.
Cada villa era una fortaleza,
para cuando se producían ataques enemigos.
También se localizaban en el interior de estas ciudades, jardines de placer de infinita variedad, amurallados para no dejar pasar a visitantes no deseados, por lo cual sus mujeres y esclavas podían estar libremente para pasar el tiempo en charlas y reuniones, otro buen punto para buscar a sus hermanas, que quizás hayan sido vendidas a estos jardines.
También se localizaban en el interior de estas ciudades, jardines de placer de infinita variedad, amurallados para no dejar pasar a visitantes no deseados, por lo cual sus mujeres y esclavas podían estar libremente para pasar el tiempo en charlas y reuniones, otro buen punto para buscar a sus hermanas, que quizás hayan sido vendidas a estos jardines.
Los
baños públicos, eran también lugares típico de una estas ciudades, de varios
tamaños y calidad para servir las necesidades de los ciudadanos. Estas sin
embargo se encuentran Localizadas en las afueras de estas ciudades, pero
igualmente protegidas por murallas.
Paso
por Ar, luego viajo a Telsit, Siba y Fina; hasta llegar incluso muy cerca de la ciudad de Victoria, La capital
de la alianza del Vosko, está localizada en la orilla norte, al este de La Estación
de Ar. La cual ha sido guarida de ladrones, y mercaderes de esclavos. La
mayoría de los piratas y ladrones han sido expulsados de esta ciudad. Por
lo que los hijos del viejo Lo-kart
no le acompañaron mas allá de las puertas de esa ciudad pero sin dudas le
dieron el nombre de uno libre quien gracias a un favor que les debía no podría
negarse a llevarla a su destino y así lo hicieron. Londra se despidió de Dracco y de Cornrad, estos le desearon buena suerte y le enviaron con la nota
para así encontrar a Van Victoriu’s
este seria quien la llevaría a Puerto Kar, la joven lloro mientras se abrazaba
a ellos; durante todo ese tiempo juntos se había llegado a agarrar más cariño
del que ya les tenia.
-¡Por favor Londra no te aventures sin antes
estar con Van nunca te separes de él,
quédate siempre cerca! ¿Prometes seguir
sus consejos?
-¿Si Cornrad,
lo hare! *snif – snif le miro llorosa, mientras se secaba la nariz de la
manga de su camisa grande.
-¡No dejes que te atrapen pecosa!*le
bromeo en enorme y rubio Dracco,
mientras le guiñaba un ojo.
-¿No Dracco
no lo hare!- y enseguida le mostro las aguja que este le había dado para
que cargara bajo sus ropas, estas agujas solían estar envenenadas para así
defenderse de los Libres que quisieran atacar a una mujer libre. Dracco se la había obsequiada en una
vaina que bien podía llevar atado a la muñeca o a sus faldas pero en este caso
ella que vestía de hombre lo llevaba bajo sus ropas, la vaina constaba de tres
agujas envenenas, ellos le enseñaron como usarlas y muy bien.
Londra una vez estando en Victoria se entero
que el Joven Carpintero había salido a buscar madera a los bosques lejanos de
la ciudad, pero que sin dudas en una Mano estaría de regreso ya que hacía
tiempo de su partida; por lo que decidió
permanecer de bajo perfil y escabullirse hasta alguna posada para así poder
pasar algunos días sin llamar mucho la atención, el viejo Lo-kart le había dado unas
cuantas monedas, dinero suficiente para estar
bien un buen tiempo, para que ella pudiera seguir la otra parte del vieja sola;
desde allí encontraría la manera de llegar a Puerto Kar, donde sin dudas seguiría las pistas para encontrar el paradero de sus dos hermanas…
Continuara.-
Si te ha gustado esta
Historia, porque eres fiel lector de la filosofía Goreana, te invito a que
hagas un comentario y me ayudes a mejorar este espacio especial para ti…
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