Zaltar se sienta, pensativo.
Sus pensamientos vuelan a las historias que su padre le contaba cuando era niño.
Aunque, todavía no había visto ninguno, recordaba especialmente la historia de la familia de Lars...
Comenzaba así...
"...Cuentan los historiadores que hace mucho tiempo, hombres y mujeres podían entender el lenguaje de los Lars salvajes que corren libres por las tierras de Gor.
Un dia un viajero que pasaba por un páramo solitario escuchó una voz de un niño, cosa extraña ya que en aquel páramo no parecía propicio para que se asentara ningún ser humano.
Sintió miedo y temeroso de que ese niño fuera un hijo de los Dioses-Sacerdotes, no quería arder vivo en llamas azules, pero también sentía curiosidad, y esta pudo mas que su miedo.
Se fué aproximando despacio, sin hacer ruido, hacia donde provenía las risas alegres de aquel niño, a su izquierda vio un enorme arbusto y pensó en que quizás desde dentro del mismo podría observar sin ser visto a su vez.
Y así lo hizo, y entre las ramosa y hojas pudo ver que la voz provenía de un pequeño Lar que daba vueltas y mas vueltas, detrás de su cola, intentando atraparla.
De pronto a su derecha vio algo que le heló la sangre y le hizo temblar, tanto como cuando pensó en los Dioses-Sacerdotes, Una impresionante hembra de Lar se acercaba, un solo zarpazo de tan hermoso y peligroso animal sería suficiente para cortarlo en dos.
Pensaba que el, tenía suerte el viento estaba a su favor y su olor no llegaba al animal, este se acercaba al pequeño, observando sus continuos giros unos detrás de otro.
Curiosa la hembra por la actividad del pequeño animal, le preguntó:
- ¿hijo que haces??
- Mira mamá, mira, he descubierto que en la punta de mi cola está la felicidad, y si la atrapo estará siempre conmigo!
A lo que la madre le respondió:
-!Para de dar vueltas, hijo mio, que no te llevará a ningún sitio!
Sabes hace ya mucho que yo también descubrí que mi felicidad estaba en mi cola, pero también descubrí que no hace falta perseguirla, porque donde quiera que yo voy, ella me sigue!!.
No persigas la felicidad, porque ella te sigue a donde vallas¡
Y ahora volvamos a la cueva!!
Si, mama!, le respondió el pequeño animal.
El viajero volvió a su campamento, quedó pensativo sobre lo que había oido.
Y rápidamente decidió volver a casa.
Había emprendido aquel viaje, porque su ciudad estaba en guerra con una ciudad vecina, con la idea de conseguir oro, esclavas y fama entre los suyos.
Pero las palabras de la hembra de lar, le hizo pensar en su cilindro, en los ojos negros de su esclava, en la copa de paga en las tabernas, el no necesitaba ni oro ni fama, ya tenía en casa lo que necesitaba para ser feliz.
Así que deshaciendo su campamento, comenzó a desandar lo andado para volver a su piedra hogar y a los brazos de su bella esclava...
By Kerio Lague Gal.
Sus pensamientos vuelan a las historias que su padre le contaba cuando era niño.
Aunque, todavía no había visto ninguno, recordaba especialmente la historia de la familia de Lars...
Comenzaba así...
"...Cuentan los historiadores que hace mucho tiempo, hombres y mujeres podían entender el lenguaje de los Lars salvajes que corren libres por las tierras de Gor.
Un dia un viajero que pasaba por un páramo solitario escuchó una voz de un niño, cosa extraña ya que en aquel páramo no parecía propicio para que se asentara ningún ser humano.
Sintió miedo y temeroso de que ese niño fuera un hijo de los Dioses-Sacerdotes, no quería arder vivo en llamas azules, pero también sentía curiosidad, y esta pudo mas que su miedo.
Se fué aproximando despacio, sin hacer ruido, hacia donde provenía las risas alegres de aquel niño, a su izquierda vio un enorme arbusto y pensó en que quizás desde dentro del mismo podría observar sin ser visto a su vez.
Y así lo hizo, y entre las ramosa y hojas pudo ver que la voz provenía de un pequeño Lar que daba vueltas y mas vueltas, detrás de su cola, intentando atraparla.
De pronto a su derecha vio algo que le heló la sangre y le hizo temblar, tanto como cuando pensó en los Dioses-Sacerdotes, Una impresionante hembra de Lar se acercaba, un solo zarpazo de tan hermoso y peligroso animal sería suficiente para cortarlo en dos.
Pensaba que el, tenía suerte el viento estaba a su favor y su olor no llegaba al animal, este se acercaba al pequeño, observando sus continuos giros unos detrás de otro.
Curiosa la hembra por la actividad del pequeño animal, le preguntó:
- ¿hijo que haces??
- Mira mamá, mira, he descubierto que en la punta de mi cola está la felicidad, y si la atrapo estará siempre conmigo!
A lo que la madre le respondió:
-!Para de dar vueltas, hijo mio, que no te llevará a ningún sitio!
Sabes hace ya mucho que yo también descubrí que mi felicidad estaba en mi cola, pero también descubrí que no hace falta perseguirla, porque donde quiera que yo voy, ella me sigue!!.
No persigas la felicidad, porque ella te sigue a donde vallas¡
Y ahora volvamos a la cueva!!
Si, mama!, le respondió el pequeño animal.
El viajero volvió a su campamento, quedó pensativo sobre lo que había oido.
Y rápidamente decidió volver a casa.
Había emprendido aquel viaje, porque su ciudad estaba en guerra con una ciudad vecina, con la idea de conseguir oro, esclavas y fama entre los suyos.
Pero las palabras de la hembra de lar, le hizo pensar en su cilindro, en los ojos negros de su esclava, en la copa de paga en las tabernas, el no necesitaba ni oro ni fama, ya tenía en casa lo que necesitaba para ser feliz.
Así que deshaciendo su campamento, comenzó a desandar lo andado para volver a su piedra hogar y a los brazos de su bella esclava...
La Danza de mi kajira... |
By Kerio Lague Gal.
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