jueves, 23 de julio de 2015

Kajirae, Un cuento Goreano

                    El delta transporta los aullidos de los Tarns que los sobrevuelan, el chapoteo de los peces que lo navegan, el impacto contra el agua de los remos que tratan de romperlo y el ruido de los pasos de quienes se atreven a aproximarse a él. El delta del Vosk transporta muchas cosas y recibe muchas confidencias… como las que dejaron hace algún tiempo estas dos esclavas

‘-¿Por qué me has besado? Apenas sabes nada de mí…-.
-Porque eres hermosa, aunque tu apariencia pueda mejorar. Has llorado, no sonríes, tus ojos no tienen brillo y no te has perfumado ni lavado-.’
-En la Tierra tenía muchas amigas pero ninguna de ellas me había besado así, en los labios-
-Aquí descubrirás pronto que no es algo tan extraño ni desde luego nada que haya que ocultar. La belleza aquí no es una rivalidad sino una cualidad que produce alegría al compartirla.. y lo exteriorizamos así, con palabras y también con besos-
-Y… por qué?-
-Porque esto es Gor. Y a mí se me ocurre otra razón, porque si eres hermosa atraerás el interés de los Hombres… y tu vida en Gor será menos dura e incluso será placentera-
-¿Con cadenas..? ¿Con…con…esto?- replicó gritando y tirando de su collar -¡Si hasta te han marcado como a una bestia! ¿cCmo..cómo… puedes decir…?-
-¡Nací en Gor!. ¡En este mundo, desde los orígenes, las mujeres siempre han estado al servicio de los Hombres, de sus deseos!. ¡No iba a ser una excepción, ni tengo fuerzas o deseos de ocultar mi condición de mujer bajo las vestiduras del encubrimiento!. ¡A medida que.. mi cuerpo se desarrollaba, a medida que iba recibiendo la formación que como hembra me corresponde mientras los Hombres se iban fijando más y más en mis pechos..! ¡Sabía que sería una esclava y mis rezos a los Reyes Sacerdotes no eran para zafarme de ese destino sino para mis pasos los guíe el mejor Amo. -¡Y aún sigo pidiéndolo por las noches!
            Tras unos inhs de sollozos en los que la mente de la esclava parecía seguir en la Tierra el silencio se rompió de nuevo
-¡Ahora dime tú, terrestre!. ¿Cuál ha sido hasta ahora tu relación con los Hombres?-
-¡Yo… yo, en la Tierra acostumbraba a tratar, y siempre lo conseguía, que los chicos no hicieran nada que a mi me desagradase!. ¡Me gustaba que atendieran mis caprichos, incluso he llegado a castigarles de palabra, sin razón alguna.. no sé, creo que en el fondo muchos me intimidaban y por eso trataba de ser yo quien marcase las normas…!
-¡Aquí no podrás hacerlo y te sentirás mejor no haciéndolo, más relajada, más segura en ti misma. Harás lo que tu Amo te ordene y si no lo haces el se asegurará de que aprendas!
-¿Y no hay ningún sitio al que se pueda escapar?
-No, hermana......si escapas de estos muros sera otro el que te atrape, te use para saciarse...y después cuando le hayas servido te venda , para sacar de ti el mayor provecho, y así pasaras a otras manos, y otras y otras......

_Esto es el infierno¡¡¡¡¡-balbuceo la kajira entre sollozos.

-Esto es Gor_susurro, rodeándola con sus brazos con dulzura, dejándola llorar, hasta que solo los suspiros interrumpieron el silencio....

_Llegara un Libre un dia, sin que tu sepas nada, ni lo esperes...posara sus ojos en ti y su mirada atravesara tu alma...sentirás que el vértigo hace que la tierra que pisas tiemble y tu corazón batirá como el tambor de los Guerreros....sus manos se posaran en tu cuerpo de esclava ..entonces..tus rodillas se doblaran , y tu frente buscara el polvo de su botas...tus labio ansiosos besaran ese polvo...y sentirás que tu alma es feliz...

-"¡Entonces sabrás Ooh, hija de la Tierra!, ¡Que estas por fin, a los pies de tu Amo!.




Un Bello Aporte de: Atella de Hart

viernes, 3 de julio de 2015

Mi Historia como una kajira -Capitulo 11

 Continuación del Capitulo anterior


                 Ylra respiraba entrecortadamente, la proximidad de aquel libre la perturbaba de una manera que jamás pensó que sentiría, ella se aferro a la baranda de la escalera como bien le había ordenado, el se sostenía, para su tormento, de sus turgentes pechos, con sus labios comenzó a recorre la linea de su cuello, desde la parte de atrás de su oreja hasta la base justo detrás de la nuca. Ylra, se mordió el labio inferior para ahogar un gemido de placer, su cuerpo entero reaccionaba inconscientemente al rose del torso desnudo de su amo, sobre su espalda podía sentir el bello de su musculoso cuerpo pegado al de ella, él, al igual que ella, estaban bañados en sudor, y el calor natural de sus cuerpo era aumentado por los rayos implacables del sol, y aunque la brisa calmaba el calor sofocante, ese calor hacia en verdad mágico el momento.

                Zaltar comenzó a recorre sus costados con ambas manos dejando de atormentar sus pechos erizados y anhelantes de mas, aquellas manos expertas la hacían estremecer. El, saco de su túnica una banda de hierro simple, lo llevo a la altura de sus ojos y se lo mostró a ylra, y le ordeno que lo leyera.

-¿Sabes leer esclava?
-¡No, amo! –A la vez que negaba con su cabeza.
-¡Bien! -se sonrió-  mi pequeño vulo, con esto yo marco a mis kajira, pero antes deben rogar por llevarlo! ¿Entiendes?-mientras decía estas palabras, él comenzaba a descender con su otra mano hasta alcanzar su ya húmedo sexo y así introduciendo sus dedos dentro de ella la atormentaba con sus caricias íntimas, por lo que ylra gimió sin poder contenerse más.
-¡Ábrete! - le ordeno susurrándole al oído- ¡Mas!

                Zaltar pudo palpar cada musculo tenso de la joven y el enorme esfuerzo que hacia al mantenerse sentada de esa manera sin apoyo más que en sus manos y la parte posterior de sus rodillas, el podía pegar su dura virilidad al blando pero bien firme culo de ylra, ella podía sentir su dureza vibrar bajo la túnica de su amo, su cuerpo extrañamente deseaba sentir ese contacto tan intimo, sintió como entre sus muslo corría su humedad. El siguió con su caricias, y cada vez ella suspiraba y jadeaba al más leve contacto. 

-¡Abre tu boca ylra!- y obedeciendo le metió en ella la dura banda de metal para que la sostuviera y así tener ambas manos libres.
                       Una fuerte palmada en sus caderas la saco de sus pensamientos, el necesitaba que ella se levantara mas, y al parecer se lo había susurrado a oído pero ella en su estupor y grado de excitación no lo escucho.

-¿Vamos, ylra, necesito que te levantes un poco más! – Le hablo con voz seria pero cargada de diversión. El necesitaba que ella se levantara para así poder disfrutar con sus manos de su sexo húmedo y caliente. Zaltar se había movido de tal forma que su miembro erecto ahora rosaba la piel de entre las nalgas de ylra. El se había deleitado con meter dos de sus dedos en el interior de ylra, encendiendo su fuego al máximo; ella respiraba ahora con dificultad, mientras el movía su mano a diferentes ritmo, haciendo que la joven subiera a elevados picos de excitación y descendiera de repente sin calmar su deseo.

                Ylra permeancia extasiada, disfrutando las caricias de su amo, sus bellos ojos permanecían cerrados, en su piel  podía sentir el sol abrazar su cara, brazos, toda su desnudez, y justo cuando creyó que Zaltar con sus traviesos dedos podía calmar su deseo y fuego interior, este los detenía, manejando a la perfección el maravilloso cuerpo de la esclava; ylra comenzó a decir palabras inteligible, y  a hacer mención de cosas sin sentido, hasta que escucho y sintió el rose de los labios de Zaltar cerca de los suyos y con la punta de su lengua toco y recorrió la comisura sus labios haciendo que ellas los abriera para él. El la sostenía, ahora,  firmemente de sus caderas, aguardando de ella lo que él deseaba escuchar. Este volvía a coger entres sus manos sus pechos y comenzó a tirar de sus sensibles pezones.

-¡Suplícame que te marque, esclava! –y con la mano toco el muslo donde llevaba la bella marca de su esclavitud. Ylra no podía entender, ¡si ella ya llevaba una marca!, ¿Qué mas quería poner en su pierna? Se repetía mentalmente buscando una respuesta, él debió leer sus pensamientos, al ver la reacción de ella.
—¡Si, Tú ya estás marcada!. –Le susurro al oído mientras metía su lengua dentro de él, y recorría así su contorno, mordisqueando al final su lóbulo.-
—¡Ahhh!, ¡Ssiiii… a mmo… Ma ca da?,-Susurro pero debido al collar en la boca, el no pudo entender bien sus palabras,  así que alargo una mano y se lo quito de entre sus dientes.

–Volver ... a .... Márcarme?,- su excitación la enloquecía- ¡Márcame, marcame ... mil veces, si así lo desea el amo! —dijo ella jadeante—. ¡Así …seré …tuya!.-Zaltar se sonrió resoplando entre dientes-
—¡Pero, solo una marca basta para convertirte en esclava!, ¿Lo sabes verdad?  ¿O no es así ylra?

                ylra escucho de nuevo el tintineo metálico y sintió el frió rose del hierro en la piel de su cadera, Entonces comprendió que quería decir Zaltar, el  aun sostenía la banda que sería su collar, ella se soltó por un momento de la escalera y alargo la mano hasta tomar la mano que sostenía el collar de Zaltar y  la llevo hasta sus propios labios, posándolos sobre el collar que aun sostenía el libre.

— ¡Sí! –Beso el collar-  ¡Si amo… cada vez que lo toque, …sentiré que me marcas!. …¡Cada vez que me toques…me sentiré  más esclava! -Zaltar volvió a torturar su ya sensible pezón retorciéndolo entre sus dedos índice y pulgar.
- ¡Ahhh… Cada vez que me tocas soy… soy más tuya!. –Decía entre jadeos ya que él volvió a meter y  mover sus ahora escurridizos dedos dentro de ella, haciéndola enloquecer de deseo y lujuria.-
                Zaltar sonreía satisfecho cuando sintió y vio a ylra besar el collar, apretando primero sus bellos labios a la banda de acero y luego en cada uno de sus nudillos.-
—¡Suplico tu marca amo, ponme tu collar! —dijo roncamente.
— ¿Qué? ¿Qué  acaso ya no eres una chica de la Tierra? –y  detuvo en seco sus movimiento placenteros dentro de ella a conciencia.-

  — ¡NO, no amo, ya no soy …una chica de la tierra! –Sollozo y se retorció entre sus brazos-
-¡Quiero ser una esclava, una esclava goreana…! ¡Quiero llevar tu collar!  ¡Suplico tu marca!.
— ¡Ummm, quizás! –dijo mientras se metía los dedos, que antes habían estado en el cálido sexo de la joven, dentro de su boca y saboreaba con sumo placer su delicioso sabor.
 -¡Quizás me quede contigo, ¡Ohm! ¡Al menos por un tiempo! – y sujetándolo el collar con ambas manos, lo puso en posición y dijo:

-¡Te pondré ahora mi collar! —el leve “clic” la hizo gemir de placer.
— ¡Para mí no careces de interés muchacha! ¡Y tal vez… –le dijo mientras la tomaba del cuello y la obligaba a girar su cabeza de modo que pudiera alcanzar sus bellos labios.
Te permita de vez en cuando servirme en mis pieles! .- Y diciendo esto bajo sus manos hasta sus caderas, la cual sostuvo firmemente, para  penetrarla sin ceremonia; alzando primero su enorme culo coloco su virilidad en la entrada de su sexo húmedo y resbaladizo; llevándola hasta el máximo de su capacidad, este acto la hizo alcanzar en un inhs el primer orgasmo de esclava en los brazos de libre Zaltar Mescatos, Mercader de Ar.







-FIN-