Ylra respiraba entrecortadamente, la proximidad de aquel
libre la perturbaba de una manera que jamás pensó que sentiría, ella se aferro
a la baranda de la escalera como bien le había ordenado, el se sostenía, para su
tormento, de sus turgentes pechos, con sus labios comenzó a recorre la linea de
su cuello, desde la parte de atrás de su oreja hasta la base justo detrás de la nuca. Ylra, se mordió el labio inferior para ahogar un gemido de placer, su cuerpo
entero reaccionaba inconscientemente al rose del torso desnudo de su amo, sobre su
espalda podía sentir el bello de su musculoso cuerpo pegado al de ella, él, al igual que ella, estaban bañados en sudor, y el calor natural de sus cuerpo era aumentado por los rayos implacables del sol, y aunque la brisa calmaba el calor
sofocante, ese calor hacia en verdad mágico el momento.
Zaltar
comenzó a recorre sus costados con ambas manos dejando de atormentar sus pechos
erizados y anhelantes de mas, aquellas manos expertas la hacían estremecer. El, saco de su túnica una
banda de hierro simple, lo llevo a la altura de sus ojos y se lo mostró a ylra, y le ordeno que lo leyera.
-¿Sabes leer esclava?
-¡No, amo! –A la vez que negaba con su cabeza.
-¡Bien! -se sonrió- mi pequeño vulo, con esto yo marco a mis kajira, pero antes deben
rogar por llevarlo! ¿Entiendes?-mientras decía estas palabras, él comenzaba a descender con su otra mano hasta alcanzar su ya húmedo sexo y así introduciendo sus dedos dentro de ella la
atormentaba con sus caricias íntimas, por lo que
ylra gimió sin poder contenerse más.
-¡Ábrete! - le ordeno susurrándole al oído- ¡Mas!
Zaltar
pudo palpar cada musculo tenso de la joven y el enorme esfuerzo que hacia al
mantenerse sentada de esa manera sin apoyo más que en sus manos y la parte posterior
de sus rodillas, el podía pegar su dura virilidad al blando pero bien firme culo
de ylra, ella podía sentir su dureza vibrar bajo la túnica de su amo, su cuerpo
extrañamente deseaba sentir ese contacto tan intimo, sintió como entre sus
muslo corría su humedad. El siguió con su caricias, y cada vez ella suspiraba y
jadeaba al más leve contacto.
-¡Abre tu boca ylra!- y obedeciendo le metió en ella la dura banda de metal para que la sostuviera y así tener ambas manos libres.
Una fuerte palmada en sus caderas la saco de sus
pensamientos, el necesitaba que ella se levantara mas, y al parecer se lo había
susurrado a oído pero ella en su estupor y grado de excitación no lo escucho.
-¿Vamos, ylra, necesito que te levantes un poco más! – Le hablo con
voz seria pero cargada de diversión. El necesitaba que ella se levantara para así
poder disfrutar con sus manos de su sexo húmedo y caliente. Zaltar se había
movido de tal forma que su miembro erecto ahora rosaba la piel de entre las
nalgas de ylra. El se había deleitado con meter dos de sus dedos en el interior
de ylra, encendiendo su fuego al máximo; ella respiraba ahora con dificultad,
mientras el movía su mano a diferentes ritmo, haciendo que la joven subiera a
elevados picos de excitación y descendiera de repente sin calmar su deseo.
Ylra
permeancia extasiada, disfrutando las caricias de su amo, sus bellos ojos permanecían cerrados, en su
piel podía sentir el sol abrazar su cara,
brazos, toda su desnudez, y justo cuando creyó que Zaltar con sus traviesos
dedos podía calmar su deseo y fuego interior, este los detenía, manejando a la perfección
el maravilloso cuerpo de la esclava; ylra comenzó a decir palabras inteligible,
y a hacer mención de cosas sin sentido,
hasta que escucho y sintió el rose de los labios de Zaltar cerca de los suyos y
con la punta de su lengua toco y recorrió la comisura sus labios haciendo que ellas los abriera para él. El la sostenía, ahora, firmemente de sus caderas, aguardando de ella
lo que él deseaba escuchar. Este volvía a coger entres sus manos sus pechos y
comenzó a tirar de sus sensibles pezones.
-¡Suplícame que te marque, esclava! –y con la mano toco el muslo
donde llevaba la bella marca de su esclavitud. Ylra no podía entender, ¡si
ella ya llevaba una marca!, ¿Qué mas quería poner en su pierna? Se repetía
mentalmente buscando una respuesta, él debió leer sus pensamientos, al ver la
reacción de ella.
—¡Si, Tú ya estás marcada!. –Le susurro al oído mientras metía su
lengua dentro de él, y recorría así su contorno, mordisqueando al final su
lóbulo.-
—¡Ahhh!, ¡Ssiiii… a mmo… Ma ca da?,-Susurro pero debido al collar en la boca, el no pudo entender bien sus palabras, así que alargo una mano y se lo quito de entre sus dientes.
–Volver ... a .... Márcarme?,- su excitación la enloquecía- ¡Márcame, marcame ... mil veces, si así lo desea el amo! —dijo ella jadeante—. ¡Así …seré …tuya!.-Zaltar se sonrió resoplando entre dientes-
—¡Pero, solo una marca basta para convertirte en esclava!, ¿Lo sabes verdad? ¿O no es así
ylra?
ylra
escucho de nuevo el tintineo metálico y sintió el frió rose del hierro en la
piel de su cadera, Entonces comprendió que quería decir Zaltar, el aun sostenía la banda que sería su collar,
ella se soltó por un momento de la escalera y alargo la mano hasta tomar la mano
que sostenía el collar de Zaltar y la llevo hasta sus propios labios,
posándolos sobre el collar que aun sostenía el libre.
— ¡Sí! –Beso el collar- ¡Si amo… cada vez que lo toque, …sentiré que me
marcas!. …¡Cada vez que me toques…me sentiré
más esclava! -Zaltar volvió a torturar su ya sensible pezón
retorciéndolo entre sus dedos índice y pulgar.
- ¡Ahhh… Cada vez que me tocas soy… soy más tuya!. –Decía entre
jadeos ya que él volvió a meter y mover
sus ahora escurridizos dedos dentro de ella, haciéndola enloquecer de deseo y lujuria.-
Zaltar
sonreía satisfecho cuando sintió y vio a ylra besar el collar, apretando
primero sus bellos labios a la banda de acero y luego en cada uno de sus
nudillos.-
—¡Suplico tu marca amo, ponme tu collar! —dijo roncamente.
— ¿Qué? ¿Qué acaso ya no eres una
chica de la Tierra? –y detuvo en
seco sus movimiento placenteros dentro de ella a conciencia.-
— ¡NO, no amo, ya no soy …una
chica de la tierra! –Sollozo y se retorció entre sus brazos-
-¡Quiero ser una esclava, una esclava goreana…! ¡Quiero llevar tu
collar! ¡Suplico tu marca!.
— ¡Ummm, quizás! –dijo mientras se metía los dedos, que antes
habían estado en el cálido sexo de la joven, dentro de su boca y saboreaba con
sumo placer su delicioso sabor.
-¡Quizás me quede contigo, ¡Ohm!
¡Al menos por un tiempo! – y sujetándolo el collar con ambas manos, lo puso
en posición y dijo:
-¡Te pondré ahora mi collar! —el leve “clic” la hizo gemir de
placer.
— ¡Para mí no careces de interés muchacha! ¡Y tal vez… –le dijo
mientras la tomaba del cuello y la obligaba a girar su cabeza de modo que
pudiera alcanzar sus bellos labios.
-¡Te permita de vez en cuando servirme en mis pieles! .- Y diciendo
esto bajo sus manos hasta sus caderas, la cual sostuvo firmemente, para penetrarla sin ceremonia; alzando primero su
enorme culo coloco su virilidad en la entrada de su sexo húmedo y resbaladizo; llevándola
hasta el máximo de su capacidad, este acto la hizo alcanzar en un inhs el
primer orgasmo de esclava en los brazos de libre Zaltar Mescatos, Mercader de Ar.
-FIN-
Ummm, que pena que no llegue a mas gente, tienes episodios mas excitantes que las 50 sombras de Grey. Sigue así cielo lo haces fenomenal.
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