jueves, 27 de agosto de 2015

La Historia de Ker The Lydius ( 2da Parte)

La Historia de su llegada (2da parte)


            Los ruidos y la extraña noche comenzaron a causarle un terror insoportable; Jo camino hasta intentar llegar a un claro o al menos a un lugar donde no pudiera ser presa de algún animal salvaje que pudiese  hacerle daño. Por extraño que parezca la noche no era para nada fría, más bien su temperatura era agradable, y también había algo en el ambiento que la hacía sentirse cargada!, como más viva!

     
       Descubrió que en el claro mas debajo al pie de una colina había una valla,  una especie de  cerco que encerraba un gran rebaño, que a la  distancia parecían ser Bisontes? En América? Jo, camino intentando cubrir su desnudez, aun estaba oscuro y no había podido conciliar el sueño, más alejado había una especie de cabaña, era algo peculiar su forma y estructura, a un costado logro divisar un pozo, unos barriles y algo de leña.

           Corrió hacia allí intentando buscar si alguien habitaba la extraña cabaña. Jo se acerco lentamente sin hacer ruido las sombras del enorme árbol que estaba al extremo contrario del pozo le ocultaba de su desnudez, al llegar logro alcanzar una alta ventana algo estrecha por la cual se asomo poniéndose en punta de pie, logro ver el interior de la cabaña y descubrió con gran alivio que estaba vacía, al separarse sus dedos quedaron grabados en la gruesa capa de polvo que cubría el vano de la ventana, Jo se miro sus manos, y sus ojos se le llenaron de lagrimas,  la luz del sol comenzaba a asomar por el horizonte ¿En donde rayos se encontraba?



            El ruido rechinante de la pesada puerta de madera sonó lúgubremente dentro de la vacía casa, Jo al  entrar a la cabaña descubrió que estaba extrañamente desolada, para su sorpresa y alivio en efecto no había nadie y al parecer desde hace algunos días. Camino con cautela y descubrió  un canasto encima de una mesa rustica hecha de gruesos tablones de lo que parecía ser una madera cuyas vetas eran extraordinariamente perfectas, ¡Con un toque de barniz de seguro la tendría en mi comedor!, pensó mientras sonreía y pasaba sus trémulos dedos por ella. Estaba vacía.
       

         Hallo una habitación donde se veía una cama bien arreglada pero algo arcaico, sobre ellas en vez de sabanas de suave tela había pieles y sobre estas unos almohadones de piel también; un fuerte ruido llamo su atención y sintió un frio que le helo la sangre corrió a refugiarse pero al mirar a su alrededor se dio cuenta de que era vulnerable a cualquiera que entrase, a menos que fuera ¿¡Debajo de la Cama!? Se mantuvo serena y aguardo; otro ruido y un bufido peculiar le llamo la atención y corrió a una de esas ventanas elevadas y angostas desde allí, diviso de donde provenía el ruido, una enorme bestia que al parecer era una ¿vaca? ¿Pero por que era tan peluda y…? ¿Dónde estaban sus ojos? Jo se encogió de hombros quizás era una nueva raza vacuna que se criaba en ese extraño lugar. Respiro más aliviada al descubrir que no era ningún guardia o uno de esos hombres que maltrataban a esas chicas.    Siguió explorando y consiguió un baúl que no tenia candado, lo levanto y estaba lleno de cosas, Rebusco entre esas cosas  y hallo unas ropa de piel la cual no dudo en colocarse, eran de textura vaporosa pero igual, era mejor que andar desnuda por un extraño pueblo.-


            Jo corrió detrás de la casa en donde estaba el pozo. Antes se daría un pequeño baño, en el baúl había encontrado un canasto de fibras que contenía unos frasquitos que al destapar descubrió que eran esencias y jabón así que se daría una rápida pero reconfortante ducha. Subió varias cuberas de agua del pozo sus cuerpo sudaba por el esfuerzo, era extraño ya que ni cuando corrió asustada por el bosque huyendo de los guardias había sudado tanto.

            Jo enjabono su cuerpo cubierto de excrementos y orinas de ella y las otras mujeres que estaban metidas dentro de la enorme caja, con el mismo jabón lavo su cabello, asqueada de olerse y de recordar esos terribles momento comenzó a llorar, al fin termino el baño y se relajo un poco pero esas calma le duro poco, sus tripas comenzaron a rugirle reclamándole que no había probado alimento alguno y ¿desde cuándo no cómo? No podía recordarlo, miro a su alrededor y camino mientras se ponía la camisa de piel sobre los pantalones y las botas de piel que había llevado para vestirse, así como un trapo que uso a modo de toalla.  



            Jo volvió a entrar a la cabaña, sin dudas habría algo que pueda comer y al entrar a la cocina encontró en una repisa cerrada con una pequeña puerta, era una especie de gabinete, se sonrió pensando que quizás habrían algunos enlatados, ya vería de donde sacaría un abrelatas, pero en vez de ello descubrió un frasco con un polvo blanco lo destapo y saboreo, era azúcar, lo puso a un lado luego destapo otro que contenía algunas yerbas ¿Quizás sean de Te verde?! JO siguió su búsqueda su estomago se lo exigía ahora con mayor fuerza, encontró en una gaveta un buen pedazo de pan, estaba algo duro pero se podía comer, en un cazo sobre la estufa había una hoya tapada su forma era medio plana con una tapa de igual forma destapo y un fuerte olor la mareo, era? Leche cortada? Queso? Busco un cuchillo para comprobar que no fuera un alimento descompuesto y efectivamente clavo el cuchillo dentro de espeso liquido y en el fondo como unos 3 centímetros por debajo del agua había algo duro, así que decidió salir afuera y verter el liquido amarillento y hediendo en las hierbas. Cogió agua del pozo y lleno la cubeta y en esta sumergió el trozo de queso corto un pedazo y quito las orillas, y efectivamente estaba bueno y delicioso, ¡el mejor queso que jamás había probado! O al menos con el hambre que tenía ese queso le sabia a gloria. Dentro de uno de los frascos que creo eran de Te, encontró uno muy familiar era café, así que llevo gustosa una hoya pequeña la cual puso al fuego, e hirvió un poco de agua, mientras esperaba puso varios trozos de pan cerca de la estufa a modo de ablandarlos con el calor y así comerlo con el delicioso queso.

            Más tarde ese mismo día Jo salió a dar una vuelta, había ocultado rastro de todo cuanto había hecho, y encontró un pequeño bolso de piel el cual lleno con provisiones y algo de material para poder acampar, como una manta de piel y una barra de jabón para bañarse.

            No se divisaban rastros de que alguien estuviera cerca de esa cabaña, pero pos si las dudas apago el fuego de la estufa y procuro no salir a la luz para no llamar la atención de ningún transeúnte. Para su tranquilidad el polvo que se elevaba en el horizonte era de los ¡Bisontes! ¿O eran Vacas? Jo se encogió de hombros sin darle mayor importancia igual no sabía nada de vacas mucho menos de Bisontes. Camino hasta alejarse de la casa, con el saco al hombro y sus provisiones decidió permanecer alejada, por si el dueño de la casa llegara más tarde ese día, para su sorpresa nadie vino esa noche ni la siguiente. Jo se mantuvo muy alerta si alguien llegaba sin dudas no sería de noche así que decidió dejar su saco en la ramas del árbol alejado de la cabaña por si tenía q huir a escondidas.

            Una tarde después de cocinar unos huevos que habían puesto unas extrañas aves en un corral que estaba algo retirada de la cabaña, así como unos vegetales que prendían de un extraño árbol, se dispuso a explorar mas allá de la cerca justo detrás de la colina por la que había bajado cuando llego, hacia una noche que había visto humo provenir de ese lugar, las extrañas tres lunas que aparecían en las noches aun eran un misterio, pero ya le eran habitual. Camino y anduvo largo rato entre matorrales y animales que bufaban estruendosamente cada vez que ella se acercaba al cerco y la veían venir se aglomeraban en su dirección, quizás querían agua? Esa mañana decidió que les sacaría agua y efectivamente dejaron de perseguirla, esa tarde en que decidió ir a investigar la procedencia del extraño humo se encontró con restos de lo que fuera una fogata, una caravana que paso varias noches. ¿Acaso serian los mismos forajidos que la secuestraron? Se acerco y cogió las brazas estaban frías oses que tenían tiempo de haberse marchado. ¿Y si la habían visto en la cabaña? ¿y si regresaban por ella? Jo comenzó a temblar se levanto y tropezó en su huida con una rocas al caer sentada sobre ellas giro la cabeza para encontrase con un horrendo animal que parecía una especia de lagartija asquerosa, se incorporo de golpe asustando también al animal que huyo despavorido y lanzando un agudo chillido que le puso los pelitos de la nuca de puntas. Jo se estremecía al pensar en tan siquiera tocar aquel feo bicho, se levanto sacudió el polvo de sus ropas y se dispuso a retomar el viaje de regreso. Justo en ese momento diviso una carreta tirada por dos de esos animales del corral, corrió y se escondió tras unos matorrales, al recordar a la lagartija se sobresalto buscando no hubieran mas de esos bichos.
              
             Desde donde estaba logro divisar al hombre que bajaba cajas de su carreta y unos barriles, así como sacos de lo que quizás sean provisiones o mercancía. Dentro de la carreta logro ver una mano que clamaba algo, o alguien! Jo intento acercarse más para ver mejor y descubrió con horror que había una jaula y en ella una joven muchacha de piel pálida y cabellos rojizos, estaba despeinada y desnuda de sus manos prendían brazaletes unidos a una cadena, la joven gritaba algo que ella no podía entender pero si recordó haberlo oído antes cuando escucho latigazos y gemidos de mujeres que hablaban aquel mismo idioma. Camino más entre la valla y el matorral para quedar justo cerca del árbol donde tenía sus cosas, logro ver las cajas y barriles más de cerca, con palabras arabesca escritas en ellos y un signo extraño en cada uno de ellos. También vio rumas de pieles dobladas y lo que parecían ser rollos de tela, ¿sería el hombre alguna especie de vendedor? ¿Pero qué hacia la muchacha allí? Escucho unos pasos acercarse y se agacho tras las ramas y la cerca, vio al hombre, era un tipo fornido llevaba pantalones de piel y botas de cuero que dejaban ver los dedos de los pies, como si fueran sandalias, el hombre llevaba el torso desnudo su cabello alborotado le cubría el rostro, el estaba sudado se acerco a la jaula y diciendo unas palabras en su idioma abrió la pequeña puerta metálica quitando el pequeño candado y apartándose unos paso.

            Al oír las palabras del hombre dichas con autoridad, la joven desnuda salió de la jaula a gatas y se poso de rodilla frente al hombre con sus muñecas atadas por las cadenas pero no así juntas,  esta las cruzo frente a ella y  bajo la cabeza entre sus brazos haciendo que la mata de cabello rojiza le callera por entre sus brazos y cubriendo su rostro,  murmuro algo hacia él sin mirarlo  y le ofreció sus manos en puño cruzadas hacia arriba. El hombre la tomo de un puñado de cabello, para obligarla así a subir la cara y apartando sus cabellos dejo ver su hermoso rostro, el hombre le volvió a hablar y la chica gimió, lo que vino a continuación paralizo a Jo en el acto, el hombre con todas sus fuerzas le cruzo el rostro a la joven y de una cachetada la lanzo casi debajo de la carreta, la joven con el labio ensangrentado se volvió a poner en posición se arrodillo sentándose sobre sus talones y esta vez separando sus rodillas hasta exponer su sexo a todo su esplendo. Jo no podía creer lo que estaba viendo en ese momento el hombre saco de su cinturón de cuero una especia de látigo la cual restrello en el aire segundos antes de marcar la espalda de la joven quien grito y enseguida se acostó sobre su pecho estirando sus brazos como preparada para recibir más golpes. Jo ahogo un grito y se llevo las manos a la boca para no emitir ruido que la delatase, la joven lloraba y gemía per aun así aguantaba los fuertes latigazos que dejaban marcas rojizas sobre su piel blanca. A su mente volvieron los recuerdo y ahora pudo ver lo que realmente sucedía afuera del cajón en donde ella se encontraba presa días atrás, sin dudas haber escapado fue lo mejor que pudo haber hecho, ahora debía encontrar la manara de salir huyendo de ese lugar ahora que no estaba sola.-

Continuara...


miércoles, 12 de agosto de 2015

La Historia de Ker The Lydius (1era Parte)


* Llegada a Gor*


                                                                                   
                Asustada, la joven veía cómo aquellos hombres maltrataban a las chicas que temblorosas se ovillaban a sus pies, rogando piedad; aquellos hombres hacían  valer su fuerza y voluntad ante, lo que para ellos, no fueran más que simples bestias, cosas sin valor, “El ganado de Gor”. ¿Cómo llegó aquí?, Ella jamás supo, solo sintió el deseo de sobrevivir y el impulso la obligó a arriesgarse, debía de escapar, y cuanto antes mejor.

                Ella era Josephine, joven latina, con apenas 17 años, recién graduada de la Universidad, su área, en la facultad de ciencias Veterinarias; junto a sus compañeros de la universidad se disponía a celebrar su victoria alcanzada después de casi 6 años de estudios intenso, líos de  huelgas, paros estudiantiles, hoy al fin, ya le había sido entregado su certificado de notas que confirmaban que ya era al fin una Médico Veterinario, y esa noche celebrarían que en apenas faltando dos días asistiría a su acto de graduación, pero eso cambiaría de una manera tan dramática que jamás se le habría ocurrido q pasaría…

                Jo, como le llamaban sus amigos y compañeros, salía de la ducha, ella se había incluso, terminado de rasurar ya que luciría una hermosa falda de volado y extremadamente corta, de blusa, usaría una delicada camiseta de tirantes delgados y todo aquello con unos hermosas zapatos de tacón alto, se veía genial y para lo que haría, que solo seria permanecer sentada, y a lucir sus bien torneadas piernas  bronceadas,  por el sol de hacía un día, al haber ido a la playa en uno de tantos viajes en grupo.-

                 Ella era morena clara, de cabello castaño oscuro y usualmente lo usaba corto aunque debido al poco tiempo que se dedicaba a si misma por sus estudios, este había crecido mucho,  solía usar una cola para así no tener que ir tanto al salón de belleza, pero ese día lo había hecho y allí le habían planchado su cabello ondulado que ahora era liso y le caía sobre sus hombres descubiertos y bronceados. Sus ojos eran de un color avellana que irradiaban luz propia, sus mejillas a pesar del color de su tez, solían embellecerla con un rubor involuntario, ya que ella era una joven muy extrovertida pero a la vez muy tímida.-

             Esta es la Historia de su llegada a Puerto Kar


Cuando Jo despertó fue por el horrendo grito que escucho,

-¡Aahh, noo noo!

-¡Al suelo Kajira! *Wa plash*

-¡Nooo, noo me golpee amo!, ¡Noo piedad, piedad!

                Horrorizada Josep oía como una a una eran sometidas las mujeres y hombres, que a golpes y latigazos eran sacado de las jaulas, no entendía nada, ningún ruido le era familiar aquel extraño dialecto la perturbaba. El ruido de las olas le advertían que estaba en algún puerto marítimo, ¿Pero dónde?,  pero no podía ver nada, llevaba la cabeza cubierta con una especie de saco o algo parecido, no podía ver, pero el fuerte olor a suciedad y orina era penetrante.

-¡Camina Bestias! *Wa plash* Se oían los latigazos y enseguida gritos de dolor, Jo comenzó a temblar sus sentidos estaban alertas debía escapar de allí inmediatamente.

                De repente unas fuertes manos la sujetaron y tiraron de ella, cuando ella intento resistirse, se echó hacia atrás violentamente, y en su huida chocó contra otra joven quien gritó al sentirla; ella llevaba las manos atadas a la espalda, pero no así sus pies; el hombre se rió con brusquedad y la tomó de lo primero que alcanzó, un tobillo, Jo fue arrastrada por los tablones, de lo que parecía ser un enorme cajón de madera, allí supo que estaba completamente desnuda; a su lado habían mas chicas que se apretujaban entre sí temblorosas, como pudo se zafó de las manos rústicas de aquel hombre y gateo de rodillas como pudo hasta pasar por encima de otra muchacha quien desafortunadamente fue alcanzada esta vez dejándola a ella libre por el momento. El extraño hombre murmuró unas palabras en un idioma extraño para ella, pero intuyo que solo quería decirle que *Pronto  volvería por mas o lo que es peor por ella*

                Jo debía salir a como diera lugar, ella debía soltarse, así que comenzó a mover sus manos y a intentar soltarse de las duras cuerdas que rodeaban sus delicadas muñecas. Mientras ella se movía por el enorme cajón se pinchó con lo que fuera algo saliente y afilado en una de las paredes del cajón en donde estaban metidas, se dispuso a intentarlo, ella jamás dejaría que la llevaran sin al menos oponer resistencias y por lo que había escuchado no querías ir a ninguna costa.

                Su plan dio resultado logró cortar un par de vueltas de las amarras que la ataban, intento no hacer alboroto debía mantenerse quieta  sacó una mano y removió la cuerda que  amarraba  su cuello en donde se ataba una especie de  capucha que era lo que  le impedía ver más allá de sus narices, pudo verse metida entre varias mujeres contó a medias, debido a la escasa luz que se filtraba por las hendijas del cajón, que eran como ocho mujeres incluida ella, estaba en una especia de jaula de madera cerrada con listones desprolijos y mal claveteados, y así fue como logró cortar sus amarres con un especie de filo que sobresalía de una de las paredes, estaban todas, completamente denudas y sucias.-

                 Jo, gateo hasta la otra esquina mas apartada de la entrada, una chica de acento peculiar, se diría que era francés, murmuraba lo que pareciera una plegaria; la idea descabellada seguía en su mente, “escapar a toda costa”,  pero, *¿En donde estaban? ¿Que era ese lugar? Jo sabía algo de francés se pegó a la joven  e intento preguntarle donde estaban, pero la chica comenzó a ponerse histérica y a golpearse contra las paredes intentando escapar de ella, Josep,  por instinto  trató de callarla, pero enseguida,  afuera se oyeron pasos y voces seguidos de golpes fuertes con algún palo o algo parecido, sobre el cajón donde permanecían todas, enseguida todas gritaron y luego volvieron a callarse.

                Al cabo de un tiempo, Jo escuchó que se acercaban para sacar a más mujeres, y se puso los amarres en las manos dándose un par de vueltas fáciles y tiro para que parecieran fuertemente amarradas,  antes se caló la capucha pero ya sabía más o menos la ubicación, se puso en frente ya que ahora ella tenía un plan para salir de allí. Se puso detrás de la muchacha de origen  francés y en cuanto sintió abrirse la portezuela la mordió atreves de la tela que cubría su cabeza y en cuanto la joven gritó, Jo la empujó con tanta fuerza que fue a dar directamente sobre los  hombres parados en la entrada,  eran dos, en cuanto se soltó nuevamente, con una mano se liberó de la capucha, los vio, y se fue sobre uno de ellos, el que aún quedaba en pie ya que el otro luchaba por quitarse de encima a la francesita; a este le  cayo el saco en la cabeza, dejándolo también fuera de combate;  ambos vestían con extrañas ropas, sus torsos estaban completamente desnudos el aspecto de aquellos hombres le hicieron recordar a los Gladiadores que viera en alguna de las películas  de “Spartacus”.

                De un salto cayó en el frío y lodoso suelo, resbaló pero aun así corrió con todas sus fuerzas, la noche estaba cayendo en aquel lugar, corrió por la orilla de un riachuelo, las ramas le arañaba la piel desnuda. Cada tanto volteaba a ver si aquellos hombres la seguían. Solo alcanzo a oír un grito y unas risas, pero aun así corrió sin detenerse. El ambiente era en verdad extraño sus pulmones a pesar de lo rápido y agitado que estaba se sentían tan llenos de aire fresco que casi no se canso al correr a toda prisa y sintió que incluso  podía hacerlo hasta después de llevar horas corriendo a esa velocidad. Jo logró llegar a una lugar bastante apartado aguardo entre la maleza, e incluso aguanto la respiración para aguardar oír algún ruido que le advirtiera que le venían siguiendo o incluso escuchar algunos ladridos de perros de caza, pero para su tranquilidad nada paso. Se relajo a pesar de lo agitada que estaba.-

                Permaneció quieta, durante un tiempo, incluso se quedó rendida sobre el pasto; no supo cuanto pasó, pero al abrir los ojos, divisó en el cielo algo nunca antes visto, intento parpadear varias veces pensando en la posibilidad que aquello fuera un sueño, un muy mal sueño.

                Tres lunas en lo alto del aquel brillante cielo, marcarían el comienzo donde las aventuras y las persecuciones no faltarían.-






            



             Continuará.-

martes, 4 de agosto de 2015

Puerto Kar


                               Un nuevo Personaje a llegado a los Muelles de la gran ciudad de Puerto Kar, cuna de Traficantes y Bandidos, asesinos en busca de problemas,  O quizás no los suficientes como para dejarse llevar por el peculiar mover de las escasas pieles que cubren los bellísimos y sensuales cuerpos de las mujeres más bellas de Todo Gor, las Kajiras de Puerto Kar son sin duda, las mujeres mas sensuales y descaradas del Planeta capaces de hacer cumplir los mas fascinantes deseo de sus amos, o de los que aun no lo son.

                 Un nuevo "Forastero" ha llegado a este puerto, hombre joven incapaz de saber cuales y extrañas aventuras le deparan estas turbias aguas del Mar de Thassa que lo arrumbaron hacia la nuevas y peligrosa Ciudad en donde deberá salir airoso de todos y cada uno de los retos que alli se proponen.
                   Proveniente de la Ciudad de Lydius, Ker como así se hace llamar en Kar, es sin duda un personaje muy singular del que contaremos su historia mas adelante...

Ker The Lydius, desembarcando en el Muelle de Puerto Kar
Continuara....