* Llegada a Gor*
Asustada,
la joven veía cómo aquellos hombres maltrataban a las chicas que temblorosas se
ovillaban a sus pies, rogando piedad; aquellos hombres hacían valer su fuerza y voluntad ante, lo que para
ellos, no fueran más que simples bestias, cosas sin valor, “El ganado de Gor”. ¿Cómo
llegó aquí?, Ella jamás supo, solo sintió el deseo de sobrevivir y el impulso
la obligó a arriesgarse, debía de escapar, y cuanto antes mejor.
Ella
era Josephine, joven latina, con apenas 17 años, recién graduada de la
Universidad, su área, en la facultad de ciencias Veterinarias; junto a sus
compañeros de la universidad se disponía a celebrar su victoria alcanzada
después de casi 6 años de estudios intenso, líos de huelgas, paros estudiantiles, hoy al fin, ya le
había sido entregado su certificado de notas que confirmaban que ya era al fin
una Médico Veterinario, y esa noche celebrarían que en apenas faltando dos días
asistiría a su acto de graduación, pero eso cambiaría de una manera tan dramática
que jamás se le habría ocurrido q pasaría…
Jo,
como le llamaban sus amigos y compañeros, salía de la ducha, ella se había
incluso, terminado de rasurar ya que luciría una hermosa falda de volado y
extremadamente corta, de blusa, usaría una delicada camiseta de tirantes
delgados y todo aquello con unos hermosas zapatos de tacón alto, se veía genial
y para lo que haría, que solo seria permanecer sentada, y a lucir sus bien
torneadas piernas bronceadas, por el sol de hacía un día, al haber ido a la
playa en uno de tantos viajes en grupo.-
Ella era morena clara, de cabello castaño
oscuro y usualmente lo usaba corto aunque debido al poco tiempo que se dedicaba
a si misma por sus estudios, este había crecido mucho, solía usar una cola para así no tener que ir
tanto al salón de belleza, pero ese día lo había hecho y allí le habían
planchado su cabello ondulado que ahora era liso y le caía sobre sus hombres
descubiertos y bronceados. Sus ojos eran de un color avellana que irradiaban
luz propia, sus mejillas a pesar del color de su tez, solían embellecerla con
un rubor involuntario, ya que ella era una joven muy extrovertida pero a la vez
muy tímida.-
Esta es la Historia de su llegada a Puerto Kar
Cuando Jo despertó fue por el horrendo grito que
escucho,
-¡Aahh, noo noo!
-¡Al suelo Kajira! *Wa plash*
-¡Nooo, noo me golpee amo!, ¡Noo piedad, piedad!
Horrorizada
Josep oía como una a una eran sometidas las mujeres y hombres, que a golpes y
latigazos eran sacado de las jaulas, no entendía nada, ningún ruido le era
familiar aquel extraño dialecto la perturbaba. El ruido de las olas le
advertían que estaba en algún puerto marítimo, ¿Pero dónde?, pero no podía
ver nada, llevaba la cabeza cubierta con una especie de saco o algo parecido, no
podía ver, pero el fuerte olor a suciedad y orina era penetrante.
-¡Camina Bestias! *Wa plash*
Se oían los latigazos y enseguida gritos de dolor, Jo comenzó a temblar sus
sentidos estaban alertas debía escapar de allí inmediatamente.
De
repente unas fuertes manos la sujetaron y tiraron de ella, cuando ella intento
resistirse, se echó hacia atrás violentamente, y en su huida chocó contra otra
joven quien gritó al sentirla; ella llevaba las manos atadas a la espalda, pero
no así sus pies; el hombre se rió con brusquedad y la tomó de lo primero que
alcanzó, un tobillo, Jo fue arrastrada por los tablones, de lo que parecía ser
un enorme cajón de madera, allí supo que estaba completamente desnuda; a su
lado habían mas chicas que se apretujaban entre sí temblorosas, como pudo se zafó
de las manos rústicas de aquel hombre y gateo de rodillas como pudo hasta pasar
por encima de otra muchacha quien desafortunadamente fue alcanzada esta vez dejándola
a ella libre por el momento. El extraño hombre murmuró unas palabras en un
idioma extraño para ella, pero intuyo que solo quería decirle que *Pronto volvería por mas o lo que es peor por ella*
Jo debía salir a como diera lugar, ella debía soltarse, así que comenzó a mover
sus manos y a intentar soltarse de las duras cuerdas que rodeaban sus delicadas
muñecas. Mientras ella se movía por el enorme cajón se pinchó con lo que fuera
algo saliente y afilado en una de las paredes del cajón en donde estaban
metidas, se dispuso a intentarlo, ella jamás dejaría que la llevaran sin al
menos oponer resistencias y por lo que había escuchado no querías ir a ninguna
costa.
Su plan
dio resultado logró cortar un par de vueltas de las amarras que la ataban,
intento no hacer alboroto debía mantenerse quieta sacó una mano y removió la cuerda que amarraba
su cuello en donde se ataba una especie de capucha que era lo que le impedía ver más allá de sus narices, pudo
verse metida entre varias mujeres contó a medias, debido a la escasa luz que se
filtraba por las hendijas del cajón, que eran como ocho mujeres incluida ella,
estaba en una especia de jaula de madera cerrada con listones desprolijos y mal
claveteados, y así fue como logró cortar sus amarres con un especie de filo que
sobresalía de una de las paredes, estaban todas, completamente denudas y
sucias.-
Jo, gateo hasta la otra esquina mas apartada
de la entrada, una chica de acento peculiar, se diría que era francés, murmuraba
lo que pareciera una plegaria; la idea descabellada seguía en su mente, “escapar a toda costa”, pero, *¿En donde estaban? ¿Que era ese lugar? Jo sabía algo de
francés se pegó a la joven e intento
preguntarle donde estaban, pero la chica comenzó a ponerse histérica y a
golpearse contra las paredes intentando escapar de ella, Josep, por instinto
trató de callarla, pero enseguida, afuera se oyeron pasos y voces seguidos de
golpes fuertes con algún palo o algo parecido, sobre el cajón donde permanecían
todas, enseguida todas gritaron y luego volvieron a callarse.
Al cabo
de un tiempo, Jo escuchó que se acercaban para sacar a más mujeres, y se puso
los amarres en las manos dándose un par de vueltas fáciles y tiro para que
parecieran fuertemente amarradas, antes
se caló la capucha pero ya sabía más o menos la ubicación, se puso en frente ya
que ahora ella tenía un plan para salir de allí. Se puso detrás de la muchacha
de origen francés y en cuanto sintió
abrirse la portezuela la mordió atreves de la tela que cubría su cabeza y en
cuanto la joven gritó, Jo la empujó con tanta fuerza que fue a dar directamente
sobre los hombres parados en la entrada,
eran dos, en cuanto se soltó nuevamente,
con una mano se liberó de la capucha, los vio, y se fue sobre uno de ellos, el
que aún quedaba en pie ya que el otro luchaba por quitarse de encima a la
francesita; a este le cayo el saco en la
cabeza, dejándolo también fuera de combate; ambos vestían con extrañas ropas, sus torsos estaban
completamente desnudos el aspecto de aquellos hombres le hicieron recordar a
los Gladiadores que viera en alguna de las películas de “Spartacus”.
De un
salto cayó en el frío y lodoso suelo, resbaló pero aun así corrió con todas
sus fuerzas, la noche estaba cayendo en aquel lugar, corrió por la orilla de un
riachuelo, las ramas le arañaba la piel desnuda. Cada tanto volteaba a ver si
aquellos hombres la seguían. Solo alcanzo a oír un grito y unas risas, pero aun
así corrió sin detenerse. El ambiente era en verdad extraño sus pulmones a
pesar de lo rápido y agitado que estaba se sentían tan llenos de aire fresco
que casi no se canso al correr a toda prisa y sintió que incluso podía hacerlo hasta después de llevar horas
corriendo a esa velocidad. Jo logró llegar a una lugar bastante apartado
aguardo entre la maleza, e incluso aguanto la respiración para aguardar oír
algún ruido que le advirtiera que le venían siguiendo o incluso escuchar algunos
ladridos de perros de caza, pero para su tranquilidad nada paso. Se relajo a
pesar de lo agitada que estaba.-
Permaneció
quieta, durante un tiempo, incluso se quedó rendida sobre el pasto; no supo
cuanto pasó, pero al abrir los ojos, divisó en el cielo algo nunca antes visto,
intento parpadear varias veces pensando en la posibilidad que aquello fuera un
sueño, un muy mal sueño.
Tres lunas en lo alto
del aquel brillante cielo, marcarían el comienzo donde las aventuras y las persecuciones no faltarían.-
Continuará.-
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