miércoles, 27 de abril de 2016

LIPS TO BOOTS (Labios a las botas)



Descripción: Más que una posición en si misma es una orden que indica una acción. Consiste en besar y lamer los pies (calzados o no), izquierdo y derecho.

Uso: Muestra respeto y obediencia; recordando al esclavo su lugar.

Citas:

“Labios a las botas”, dije.
Ella presionó sus labios sobre mis botas, izquierda y derecha, besándolas y lamiéndolas. (Traducido de Mariners of Gor)

lunes, 18 de abril de 2016

Curiosidades de Gor -1era Parte-



                                                La Dina


Dina es el nombre de una hermosa flor, originaria del norte de las zonas templadas y poco frecuente en las tierras sur. Su representación se usa, a menudo, para marcar a las esclavas y "Dina" se usa frecuentemente como nombre para ellas. También es conocida como "la flor de esclava" aunque no se sabe de donde deriva exactamente esta denominación. Hay una leyenda que cuenta que un antiguo Ubar de Ar capturó, en un campo de dinas, a la hija de un enemigo mientras huían. Él la hizo su esclava allí mismo y reparando en el exuberante campo la llamó Dina. También se dice que el nombre puede deberse a que “es una flor delicada y hermosa, sin embargo , modesta y común, sin importancia. 
Que indefensa, puede ser fácilmente abrumada, después arrancada y pisoteada, y si se desea, desechada ". (Slave Girl de Gor, p.62) 

Habitantes de Torvaldsland

Aunque son seres humanos, hay algunos goreanos que les elevan a la categoría de criaturas legendarias. 
"En las leyendas de otros pueblos, aparecen como gigantes rubios, que exhalan fuego y destrozan puertas. Gigantes más altos que árboles, con orejas puntiagudas, ojos de fuego y las manos y uñas como garras. Son vistos como salvajes, como bárbaros, bestias con sed de sangre y ansiosos por matar. Llevan el cabello trenzado, se visten con pieles y cuero mostrando el pecho desnudo. Portan grandes hachas que, de un solo golpe, pueden talar un árbol o cortar a un hombre en dos ". (Cazadores de Gor, p.257)

Lamentablemente, los libros no mencionan que goreanos son los que piensan de esta manera, aunque lo más probable sería que fuesen los que viven lejos de Torvaldsland y, por tanto, no se han encontrado realmente con uno de sus habitantes. 



Dar-Kosis

Esta es una terrible enfermedad, similar en algunos aspectos a la lepra de la Tierra. Es temida por todos ya que es muy contagiosa e incurable en la actualidad. El nombre de "Dar-kosis" significa “Enfermedad Sagrada“. La Casta de los iniciados cree que la enfermedad es un castigo de los Reyes Sacerdotes, y que es utilizada por ellos para sancionar a quienes les causan molestias. Debido a que se considera una enfermedad sagrada, se piensa que es una herejía verter la sangre infectada de un afectado. Curiosamente, no se considera herejía arrojarles piedras aunque estas lleguen incluso a hacer sangrar a la víctima. Otra consecuencia de que la enfermedad se considere sagrada es que la Casta de los Iniciados no permite buscar un remedio. Y se ha llegado a tomar medidas contra los miembros de la Casta de los Médicos que ha tratado de investigar su curación. Cuando los medios legales no son suficientes, los Iniciados llegan a contratar hombres armados para frenar a los médicos. Algunos, incluso, han sido asesinados por ellos.


Vino de Falarian

Este es un vino tan extremadamente raro que su existencia es ten solo un rumor. Se dice que es tan caro que su precio sería suficiente para comprar una ciudad. A pesar de la leyenda, existen referencias en los libros que demuestran que existe realmente . Sin embargo, es el tipo de producto, que sólo Ubares o comerciantes muy ricos serian capaces de adquirir. Marlenus, Ubar de Ar, poseía cierta cantidad de este vino. 


Inmortalidad

La mayoría de goreanos no creen en la inmortalidad. No obstante, la Casta de los Iniciados si cree en ella y sus códigos de Casta están orientados a lograr ese fin. El sistema para alcanzar la vida eterna se fundamenta en muchas restricciones, tales como evitar la carne y los frijoles. El estudio de las matemáticas es también un requisito indispensable para sobrevivir a la muerte. Como las mujeres no pueden pertenecer a la Casta de los Iniciados significa que no pueden alcanzar la inmortalidad. En Gor la tierra de los muertos se llama "Ciudades de Polvo". 


Ciudad Perdida

En Exploradores de Gor, se habla de una Ciudad Perdida que se encuentra en las profundidades de la selva ecuatorial. La ciudad está junto a un gran lago, el Shaba, llamado así en honor al explorador que lo descubrió. Este lago es la fuente del caudaloso Río Ua . Poco se sabe acerca de esta Ciudad Perdida, aunque las exploraciones para hallarla, con el tiempo, desvelan información sobre su existencia. En el lago, hay algunas estatuas de piedra maciza, básicamente, cabezas y torsos de hombres de raza negra. Estos hombres llevan lanzas y escudos. En una orilla del lago hay un pasadizo que conduce a la ciudad en ruinas. Toda la ciudad y las estatuas revelan una gran antigüedad, aunque nadie especifica su edad. Hay algunos mosaicos dentro de las ruinas que indican que la civilización sometía a esclavitud a la mujer.
Hay muchas zonas inexploradas de Gor que también pueden llevar al descubrimiento de otras antiguas civilizaciones perdidas. Existen, incluso, algunas culturas desconocidas para el resto de Gor. Las tierras al este de los Barrens permanecen en gran parte inexploradas, lo mismo sucede con las regiones al oeste de Cos y Tyros. Con el tiempo, la valentía de algunos audaces exploradores dará a conocer la existencia de nuevos mundos. 


Origen de la Piedra Hogar

El origen de la Piedra Hogar no está del todo claro, aunque hay varios mitos que lo explican. El más popular implica a Hesius, el legendario héroe de Ar. También este es el único mito al que se hace referencia en las novelas. Así pues, por tradición, la Piedra Hogar de Ar se considera la más antigua de Gor.
"Una narración popular cuenta que un antiguo héroe, Hesius, tras haber llevado a cabo importantes trabajos para los Reyes Sacerdotes y serle prometida una recompensa mayor que el oro y la plata. Recibió solamente una piedra plana con un signo grabado, la primera letra del nombre de su pueblo natal. Le reprochó a los Reyes Sacerdotes su mezquindad y que consideraba aquello como una violación de su fe. Se le dijo, sin embargo, que lo que le fue dado valía realmente mucho más que el oro y plata, que era una “ Piedra Hogar“. Al regresar a su pueblo natal, éste había sido devastado por las rivalidades y la guerra. Entonces él les contó la historia y puso la Piedra en el mercado. 
“Si los Reyes Sacerdotes han dicho que vale más que el oro y la plata, dijo un hombre sabio, debe ser cierto”. 

“Sí, dijo la gente. ¿De quien es la Piedra Hogar?, preguntaron, ¿es tuya o nuestra?.
Es nuestra, respondió Hesius”. 

Entonces depusieron las armas y proclamaron la paz. Y la aldea fue llamada 'Ar'. (Bailarina de Gor, p.302)


Tomado del Pergamino de Luther 33 Mitos y leyendas de Gor en MundoGor

sábado, 16 de abril de 2016

UNA MANERA DE SOMETER A UNA KAJIRA



           Según los libros de Norman... el orgasmo esclavo es otra forma de controlar a las esclavas...

Como?
             En el se habla, de que el "orgasmo esclavo" no es algo que pertenece a las esclavas sino a los amos. 

       Es decir provocado por los amos para su placer, y crear en la esclava una dependencia hacia el sexo del que jamas se puede librar.
          Los amos crean en la esclava el orgamos esclavo usandola, tantas veces que al final, ella no puede evitar este órgazmo que se supone que es más fuerte, mas intenso y más largo que el normal, y a la vez hace multiorgasmica a la esclava Bien, cuando la esclava tiene su primer orgasmo esclavo, ya no puede librarse de él jamas, y su necesidad de sexo aumenta tanto que necesita ser usada cada poco tiempo, de lo contrario su vientre arde como un volcán y le produce tremendo dolores, así que los amos tienen que satisfacer cada poco a las esclavas o ellas sufren la falta de sexo tanto como la falta de comida o de agua.

        Por lo tanto, los amos igual que controlan su comida, el agua o cualquier otra necesitad que tenga, también la controla por su necesidad de sexo...

          En un libro se habla de las marcas dejadas por las esclavas con las uñas en las jaulas porque sus amos no la usan como castigo por alguna falta cometida...




jueves, 7 de abril de 2016

*LEADING POSITION*


POSICIÓN:  LEADING POSITION


       Descripción: De pie, se inclina el cuerpo hasta tener la cabeza más o menos a la altura de la cadera del Amo. Las manos de la esclava pueden o no ser atadas a la espalda. 

Uso: Conducir a la esclava sujetándola por el pelo. 

Citas: 
        A continuación chasqueé los dedos y dejé mi mano derecha, abierta, en la cadera. Rápidamente la chica se levantó y, casi en cuclillas, puso la cabeza en mi mano. Entrelacé los dedos de mi mano profunda y firmemente en su pelo rojo. (Traducido de Rogue of Gor) 

[…] las esclavas inclinadas en leading position, sus cabezas en las caderas de los hombres libres, sujetas por sus cabellos, sus manos atadas tras la espalda. (Traducido de Swordmen of Gor)

martes, 5 de abril de 2016

*Como se sirve el Té de Bazi*

*Un buen servicio*
Sirviendo el Té de Bazi


-¡Esclava, tengo hambre, alimenta a tu amo!.

            La joven y espectacular esclava, estaba arrodillada con la cabeza gacha ante mí, la mire tensar su hermoso cuerpo vestido con las escasas y traslucidas sedas, que al fin le permití usar, las cuales le hacían mostrar su esbelta cintura; donde se sujetaba una apretada cinta que acentuaba sus anchas y redondeadas caderas, un nudo grueso colgaba sobre una de ellas a un costado de su desnudo muslo. Allí, casi rosando, estaba la marca de su esclavitud, mi marca.


-¿El amo desea que esta esclava le traiga un buen trozo de tarta y su usual Té de Bazi, mi Amo?


          Más que una pregunta, era una confirmación de lo bien que mi esclava me conocía, y de lo maravilloso que era verla como se desvivía por atender mis necesidades. Con un gesto casi imperceptible de mi cabeza, ella entendió que estaba en lo correcto. Se levanto con gracia y elevando sus maravillosos ojos verdes logro en el último momento echarme una fugaz mirada, que me cautivo… me sonreí internamente al recordarle como se humillaba y se sometía ante mí el día que la encontré atada de las muñecas en una anilla al pie del puente de Las Cuatro Lámparas, estaba allí, completamente desnuda, recuerdo que luego de verla allí temblando y agazapada, alce la vista y desde allí pude ver las luces de La Gloriosa Ar. Con la punta de mi lanza la obligue a levantar el rostro, no tenía ningún collar que la identificase, solo llevaba sobre su hombro escrito en carboncillo, las palabras en Goreano:



-Ponme un collar, poséeme”.

            Ahora, después de tanto tiempo, esta belleza era mía, mi esclava, me serbia con fuego y pasión, era muy complaciente y obediente; recuerdo que pocas veces tuve que castigarle o azotarla, aprendió rápido, ella sabía bien qué hacer cuando llegaba, ya sea molesto, eufórico o cargado de pasión y deseo por ella. Ella me sabía leer la mente, era lo que toda esclava bien entrenada debe ser y aprender, conoce mejor a su amo tanto o quizás más de lo que uno mismo se pueda llegar a conocer. Me complacía verla ante mí.
                Se levanto y ya en la cocina, mi bella esclava, escogía del estante, las mas bellas y valiosa tazas para servir el delicioso Té de Bazi.. Por costumbre o más bien por deseo propio, le obligaba a colocarlas en los lugar más alto de la estantería, y todo para que yo pudiera disfrutar de sus hermosas piernas y el espectacular trasero, el cual se le asomaba al subírsele el ya corto casmik, cada vez que intentaba alcanzarlas poniéndose en punta de pie.
                Una vez dado alcance, y satisfecha con lo que usaría, la kajira continuo apresurada pero con mucho cuidado, giro sobre sus talones, y las coloco sobre la mesa de madera donde había dispuesto ya una bonita bandeja metálica, coloco allí, las tres pequeñas tazas, eran tres tazas con bordes esmaltados, en su interior habían varias figuras arabescas que simulaban las marcas de las kajiras, así como en su parte exterior la figura de un Larl, la esclava sonrió al verlas; las dispuso casi juntas, una al lado de la otra con las figuras en perfecta sincronía. Se dirijo al fuego donde había puesto a calentar agua, y con un grueso trapo de piel de bosk cogió la olla hirviendo, y vertió la cantidad precisa para luego llenar las tres tazas, para ello encontró una tetera mediana que hacia juego con las tazas. Encontró además dos pequeños cuecos de barro, los cuales lleno; uno con azúcar blanca y el otro con azúcar amarilla, y entre los dos cuencos coloco la pequeña cucharita de plata. Hecho una última mirada a la bandeja y sonrió satisfecha y complacida con el impecable orden y belleza de su servicio. 
         Respiro hondo, y en el último se despojo de sus escasas sedas, colgó de su collar unas hermosas joyas dadas por su amo para embellecerla, y se colo rápidamente una pulsera y una tobillera provista de varias campanillas, las que guiarían sus paso, cogió un delicado pañuelo de seda que le había comprado su amo para que ella lo usara, pero ella a pesar de sentirse tan feliz por aquel detalle su rostro entristeció, y poniéndose de rodillas ante él, se lo tendió para devolverlo, y con lagrimas en los ojos le dijo que era un hermoso regalo para tan insignificante animal y que ella solo deseaba que el solo la dejase ser su esclava y nunca le diera su libertad. El la miro y sonrió divertido y no la contradijo, para él ese pañuelo no tenia ningún valor, ni siquiera había gastado tanto, pero si aquello le complacía él no se lo negaría ya que bien le sabia retribuí con su excelente servicio a placer. Así que desde entonces el le ordeno que con el limpiaría sus labios cada vez que tomara su tan deseado te.
          La joven y hermosa kajira cogió la bandeja con manos firmes y se dirigió a la presencia de su Señor, sus pasos eran gráciles y decididos, el tintinar de las campanas acompañaban su andar, ella mantenía la mirada baja y sus mejillas levemente ruborizadas, su cabello caía en cascada justo detrás de su nuca, mostrando todo su desnudo cuerpo.
       Se arrodillo ante mi, y en todo momento no aparte los ojos de mi esclava, admirando su cuerpo, sus movimientos, su lustroso cabello, sus ojos… los míos buscaban a gritos los de ella.

        Este ritual comúnmente hecho en el desayuno, no era un rito común, era una especie de celebración que solo se tomaba en las festividades Goreanas o alguna q otra fecha importante acordada por los libres. Lo que conocemos aquí en la tierra como las fechas de algún cumpleaños, aniversario o evento especial; en este ritual se hace a una deliciosa tarta bien sea de frutas y crema o algo bizcocho relleno para acompañar el especial Té de bazi, pero no es tanto el té lo que lo hace especial sino el objeto simbólico que lo representa, su forma de servirlo varía desde ser una manera formal a una simple y tradición. Y cada servicio es especial para cada libre, ya que llevaba el sello personal de quien lo ejecuta. 
              Este tipo de servicio rara vez se realiza en una taberna de paga, es más habitual realizarlo en el hogar para poder disfrutar del rito. 

          Se Arrodillo a mis pies, tenía una figura esplendida de espalda recta, sus hombros echados hacia atrás, hacían que sus turgentes pechos se mostraren a mí con total descaro… la mire en todo momento mientras ella se disponía a servirme, sin siquiera atreverse a mirarme, prepara una a una las tres tazas de Té. 
            Recuerdo que cogió el pañuelo entre sus delicadas manos, lo aparto para que no se manchara, sonreí al mirarla, su cara era de total concentración…Entonces la vi coger la pequeña cucharita entre los dos cuencos y meterlo en el que contenía la azúcar amarilla, cogió una medida exacta y la vertió dentro de la primera taza, con cuidado la puso sobre el delicado pañuelo y la limpio de resto de la azúcar amarilla, y así no manchaba la azúcar blanco con ningún grano de la amarilla. Luego hizo lo mismo pero esta vez la metió en el cuenco de azúcar blanca y tomo igualmente la medida exacta y vertió en la segunda taza, esta vez no limpio la pequeña cucharillita sino que tomo media medida de la cucharita de la azúcar amarilla y la otra mitad de la blanca, haciendo una cucharadita exacta, y ambas fueron echadas dentro de la tercera y última taza.
         Colocando las hojas del te sobre un pequeño trozo de tela para que no pasen al agua, y asi servir de filtro. Cogió, con cuidado de no quemarse, la tetera y esta vez se aseguro de mirarme a los ojos, me miro como una esclava mira a su amo y señor, con todo su amor y su fuego; le mire y sonreí ante su especial servicio, y ante mi control de no tumbarla sobre el suelo y poseerla allí mismo de todas las maneras posibles, su miraba buscaba mi aprobación de dar comienzo al servicio, lo hice y prosiguió a añadir lentamente el agua hirviendo a cada una de las tazas puestas en orden, y colocando a un lado la tetera se dispuso a servir en el orden dispuesto, metió la cuchara en la primera taza y dio dos vuelta, elevando la primera taza soplo suave y delicado el humo que de esta salía, haciendo llegar a mí el olor del Té, miro nuevamente a mis ojos y a una señal que solo ella reconoció si dispuso a besar el borde de la taza procurando evitar el lado que mis labios tocarían al momento de beberlo, beso el borde, y mientras la giraba y ofrecía a mí la oí pronunciar la más maravillosa plegaria hecha por una esclava.



-¡Esta es la primera, “Simboliza el pasado, un pasado en el que desconocía de mi, en donde no sabía de los sinsabores de una inexperiencia y que alguien como “usted” se sabría mostrar, ha pasado y superado en esta bella tierra! 

             Al ofrecerla ante mí, extendiendo sus brazos y bajo su cabeza entre ellos, mostrando su sumisión, cogí la taza asegurándome de tocar sus bellas y suaves manos y al cogerlas entre las mías, ella la soltó, se sentó sobre sus talones y mira mis labios, tome la taza y sople de nuevo el humo esta vez hacia ella, para que como yo percibiera el aroma de esos sin sabores días. Tome el contenido de un trago y le devolví la taza la cual cogió con agilidad y la coloco sobre la bandeja esta vez asegurándose de que el dibujo del Larl hiciera una secuencia diferente a las otras dos. Miro la segunda taza, la cogió entre sus manos y de nuevo la alzo, y haciendo el mismo ritual anterior se aseguro de posar sus labios lejos de donde yo posaría los míos.

-¡Esta es la segunda; celebra lo presente, la edad madura, los conocimiento que han venido con el pasar de los años, y que han dejado y me enseñaron a servir y así, enseñado a llenar de gozo la vida de por quién vivimos y para todos aquellos por lo que vivimos, para los que viven como nosotros en un día e Gor como este”
           Y ofreciéndomela, baja su cabeza pero no aparta sus bellos ojos de los mío, me sonría y tome de sus manos la taza bellamente ofrecida, esta vez sin soltarla de entre las mías, tire de ella, con todo y taza, haciéndola inclinarse sobre mi y peligrosamente sobre la bandeja con el resto del té y la deliciosa tarta que aun no había probado. Sus ojos se abrieron asombrados y sentí, como por un inhs, ella aguantaba la respiración, puedo incluso sentir el leve temblor en sus brazos y cuerpo por el esfuerzo de mantenerse erguida a pesar de la extraña posición en que la había puesto. Bebí el delicioso liquido con toda calma, sin olvidar soplar el humo hacia ella, la tenía tan cerca que percibí su pequeño jadeo, me miro en todo momento; hasta que solté sus manos y así la taza que aun permanecía en las de ella, se ruborizo como nunca, y bajo la taza sin olvidar colocarla en posición, ahora quedaba la ultima taza.

           La tercera y última taza.

        Cogió la pequeña cucharita de plata y la metió dentro de la taza dio tres vueltas, mezclando las azucares con el caliente líquido, dio un toquecito en el borde le taza y con ambas manos la alzo, la sostuvo entre nosotros y mirándome fijamente, sentí que temblaba y su voz se quebraba cuando comenzó a decir su especial plegaria:

   
       
-“Por nuestro futuro, cargado de toda la sabiduría y enseñanzas, y que no me dio miedo aprender!- *Sonrió, pero por un momento bajo su mirada y la poso en el borde la taza contemplando el claro liquido humeante.*  y aunque no fueron solo pasos, durante todo el camino fue usted mi guía, por lo que, ahora que llego el cambio de estación, se me ha permitido abrirme, con la esperanza de mantenerme así, durante mucho, mucho tiempo en este, mi hogar ... en su lecho .. a sus pies ... porque esto es Gor” y soplando, beso la taza y justo cuando creí me la daría la giro para ver si yo así aceptaba posar mis labios sobre la marca que había dejado, le mira, y luego sus labios... sin tomar la taza de entre sus manos , con una mía la empuje hacia ella y le dije:

-"¡Dame Tu de beber, tu amo quiere beber el futuro de los labios de su hermosa bestia, y cierra de una vez esta etapa, kajira, por que mientras yo viva, tu nunca volverás a ser libre.! 

         Ella me miró, asombrada pero enseguida se dibujo una bella sonrisa en sus labios, tomo un buen sorbo del te dentro de su boca, note que sus ojos se humedecieron, pero no me importo y acercándose a mí, se subió a mi regazo y posó sus cálidos labios sobre los míos, recuerdo que al sentirlos abrí mi boca para recibirla con gran placer,  y lentamente dejó caer el delicioso líquido aún caliente, supongo que las lagrimas en sus ojos se debían mas a eso que a nada, pero me equivoque, su felicidad por mis palabras le causaron gran placer.

...Y aunque luego me demostró que el ardor de sus labios no se comparaba con el fuego de su vientre, era ya muy tarde, cuando  yacíamos plácidamente sobre las pieles, después de haberla usado a mi antojo y  haber saciado mis instintos de Amo Goreano. Aun puedo sentir su cuerpo temblar entre mis brazos, como se estremecía ante mi roce; podía ser duro y cruel con ella y aun asi me serviria con fuego y ardor, su amor y devoción hacia mi, era lo que  me volvía loco, ella, era incluso capaz de dar su insignificante vida a cambio de la mía, la miraba siempre a los ojos, me encantaba  verme reflejado en el brillo cálido de sus ojos, esos ojos que haría, incluso que cualquier hombre se perdiera en la inmensidad de una noche sin lunas; que detendrían el latir de un Larl hambriento.
            Me desperté, y ella suspiro entre mis brazos, su cálido cuerpo junto al mío me revivieron nuevamente, la poseí allí mismo, no deje incluso que limpiara mis labios con su delicado pañuelo, porque lo use para así atar sus muñecas, le ordene no moverse y como la hermosa hembra que es, me complació, ella, mi esclava, mi pequeña kajira.


-FIN-







domingo, 3 de abril de 2016

Zaltar Su llegada a la Gloriosa Ar -2da parte-

2.       El kajirus.
      
Me llamo Ricardo,  en realidad me llamaba así antes de abandonar la Tierra, ahora poseo un nombre más acorde a los hombre libre de esta tierra, mis apellidos nunca llegue a conocerlos soy huérfano, y… aunque esta es la historia de mi hijo; la parte en la que alcanzamos la libertad en este mundo esclavista corre de mi parte, porque él, era demasiado pequeño para recordarla.

 La pieza de esta  historia, que va unida a la mía, está ya escrita en un manuscrito que pude enviar a la Tierra, - En uno de los tantos viajes espaciales que se hicieron a mi planeta natal, en busca de esclavas-  Implícitamente ordene se le hiciera llegar a los religiosos que cuidaron de mi siendo un niño para que conozcan que este mundo es real y existe, y de cómo fue que llegamos a él.

Fuimos traídos a este planeta y convertidos en esclavos, ahora, somos hombres libres y nos sentimos orgullosos de serlo, aunque el camino hacia la libertad no fue fácil,  tuvimos que ganarla.

En este planeta, todo tenía un precio y el nuestro fue pagado con la esclavitud, pero valió la pena, y para hoy poder respirar de nuevo no me importo las largas horas de extenuante trabajo bajo el látigo castigados del amo, y ahora libres en un mundo terriblemente cruel y salvaje donde hasta los más fuertes y adaptados luchan por  sobrevivir. Dicho esto me despido con una última advertencia a quien pueda leer esta parte de mi legado.

“Leed con atención...porque esta es mi Historia, pero puede ser la de cualquier persona, incluso la tuya, que hoy lees este manuscrito, y que creas que nada de lo aquí dicho es cierto”
                                                                                            10.344, 23 de En`Kara

              Amados padres

Será para ustedes una sorpresa recibir noticias mías después de tantos años. Estoy convencido de que después de tantos años habré sido declarado desaparecido o muerto junto a mi  hijo. La verdad acerca de mi desaparición y continuidad con mi vida, les puede resultar aterradora, y aunque parezca una fantasía, no lo es. Fuimos secuestrados y llevados a otro mundo, uno al que le llaman Gor.

       Gor, existe en una órbita paralela a la Tierra, siempre oculto por el sol, que aquí, recibe el nombre de Lar-Torvis, aunque me consta que la existencia de este universo paralelo comienza  conocerse gracias a los manuscritos enviados con anterioridad, por un Hombre, un libre de nombre Tarl Cabot un guerrero Tarnsman *Un Tarnsman, es un libre que tiende a trasladarse en un tarn, un ave enorme, considerado  pájaro de guerra gigantesco;* quien también al igual que yo, nacido en la Tierra, y hoy es un amigo. Así, que pensé que era justo que ustedes, a los que considero como mis padres, tuvieran derecho a saber sobre mi destino y el de mi hijo. 



       Fue una noche, hace 15 años terrícolas, Zaltar, así se llama ahora mi hijo, enfermó gravemente de la misma enfermedad de la que murió mí querida esposa Ainé, su madre. Corrí con él en brazos, por las calles de la ciudad buscando un taxi, no creí prudente esperar a una ambulancia, mi hijo se me moría entre los brazos, así que sin pensarlo entre en el primer taxi que vi, pensando que me que se podía dirigir a un hospital, o porque no desviarse, al fin y al cabo era una emergencia; el taxi estaba estacionado en una esquina, así que me subí, en él había dos hombres vestidos completamente de negro, aunque eso podía decirse igual estaba oscuro; al entrar por la otra puerta observe que introducían a una chica que parecía estar sin sentido, inconsciente. Por casualidad otra emergencia, estaba de suerte si se dirigían a un hospital. Pero me equivocaba, aquellos hombres no se dirigían a ningún hospital y la chica no estaba inconsciente por un accidente; la acababan de secuestrar. Ese era su oficio, secuestrar  jóvenes e inocentes chicas  y traerlas aquí a nuestro planeta, Gor, no son chicas elegidas al azar, sino que son estudiadas durante largo tiempo, y si son consideradas apropiadas son traídas a este mundo con un único propósito.



Una vez dentro del taxi, pude comprobar que estaba terriblemente equivocado, y que nunca llegaría a un hospital, creí haber caído en manos de un loco y nunca supe como llegue al lugar donde nos esperaba la nave espacial que nos trajo hasta aquí. Recuerdo que un gas me dejó sin sentido, y  Cuando desperté estaba tendido en la hierba, unos hombres inyectaban algo a mi hijo, y creí haberlo perdido para siempre. Al verlo, pensé que había perdido la parte de Ainé que me quedaba, así que cuando aquellos hombres me preguntaron si quería vivir o morir, no lo dudé, no quería seguir vivo sin ellos, sin embargo el destino tenía otras metas para mí. La esperanza de que mi hijo siguiera vivo  y la confianza en mi fuerza y entrenamiento para poder líbrame de aquellos tipos a la primera oportunidad me ayudaron a querer seguir viviendo.

       A mí, como a mi hijo también, me inyectaron un líquido color ámbar, no recuerdo nada más de aquella noche. Desperté tirado en el suelo boca arriba cargado de cadenas, recuerdo que vi un cielo de un color azul intenso, solo cubierto por alguna nube blanca, ocasional que eran empujadas por la suave brisa;  a cada inspiración sentía como mis pulmones se llenaban  de un aire limpio y abundante en oxigeno, sin el mas mínimo rastro de polución ambiental.  Las cadenas, eran gruesas y pesadas, pero sentía que en comparación no lo eran  tanto  como lo serian en la tierra, era algo completamente extraño… Y fue en ese momento cuando supe que jamás volvería al que consideraba mi hogar.

       Estoy seguro que no habría sobrevivido a este mundo como un kajiru (así llaman a los hombres condenados a la esclavitud), porque nunca lo fui, y aunque estaba esclavizado, no lo sentía así, y es que eso no estaba en mi naturaleza. En la Tierra Había luchado y vencido a otros hombres en combates, cuerpo a cuerpo, y sin duda me habría rebelado contra estos hombres, lo que habría conducido a mi muerte,  pero la perdida de mi amada Ainé, y ahora también la desaparición de mi querido y único hijo y al no había visto desde aquella noche –al que creí muerto- me mantenía sin ánimo, sin voluntad, el pensar en lo ocurrido me había dejado destrozado anímicamente; me dejé llevar como un autómata, al cruel mundo de la esclavitud, pero yo nunca deje buscaba noticias de mi hijo, y aunque solía captar la atención de los libres, solo recibía encogimiento de hombros, en muchos casos una orden  con desdén, amenazas incluidas hasta de muerte, y en el peor de los casos, que era en su mayoría los  golpes de látigo.




       Aprendí a ser un esclavo, a como servir, a como arrodillarme ante los hombres y mujeres libres, aprendí a que no debía mirarle a los ojos, a menos que fuera petición expresa, a nunca llamar a un amo o ama por su nombre, era consideraron un insulto manchar su nombre con los labios de un esclavo, y se era severamente castigado por ello.  Y dependiendo de la tarea a la que me destinaran, se me enseño a realizar tarea especificas, desde trabajar mis músculos para trabajar como  bestia de carga en una granja Goreana, hasta ser complaciente y saber seducir a una mujer, siendo si fuere el caso, un  esclavo del placer.

Estos eran esclavos elegidos por su aspecto físico y belleza para ser iniciados en técnicas sexuales. Todas sus enseñanzas, según estos crueles hombres, algún día podrían salvarme la vida. “Servir y obedecer” me hicieron grabar  a fuego en mi cerebro, con cada sentir el cuero del látigo sobre mi cuerpo, y soportar el peso de las cadenas en mis muñecas y tobillos. Aprendí rápido a hablar Goreano con fluidez, pero se me negó aprender la lectura y la escritura.  Se dice que a los esclavos se les procuraba mantener en la ignorancia, lo que a futuro les dificultara que encontraran lugares donde esconderse en caso de alguna fuga o rebelión. En todo el tiempo que estuve en el kennel no supe cómo se llamaba la ciudad donde estaba, hasta que me sacaron para mi posterior venta.

       Durante las noches dormía en mi perrera, una jaula de pequeñas dimensiones en la que solo podía estar arrodillado o tumbado de lado con las piernas recogidas sobre mi pecho, algo dolorosamente incomodo.

A veces por las noches lloraba recordando a mi familia perdida,  cosa que los esclavistas tomaban como síntoma de debilidad, porque ellos consideran a los hombres de la tierra débiles por no saberse imponerse sobre las mujeres de la tierra. Mostrar sus emociones estaba prohibido a nosotros como  esclavos,  a menos que como ya dije antes, su propietario se lo ordenara, sin embargo un los hombres libres no era considerado como tal cosa, ellos incluso lo hacían sin pudor aun delante de otros hombres, entre ellos estaba bien visto. Formaba parte de su cultura, de sus castas y ahora que soy libre de mi cultura.

       Cuando mi entrenamiento acabó fui llevado a la herrería del kennel,  allí cerraron un collar de acero alrededor de mi cuello, remachando el cierre con dos golpes de martillo que sonaron más fuerte en mi corazón desgarrado que en el frio hierro del yunque sobre el que me obligaron a apoyar la cabeza, antes solo había llevado una simple correa de cuero con hebilla, que por supuesto estaba prohibido quitarme, y marcaron en mi muslo, cerca de la cadera una letra algo grotesca, la “Kef” inicial de la palabra kajirus, ambos eran señal inequívoca de mi esclavitud. Pasé de ser un hombre en la Tierra, a una mercancía que se podía vender y comprar en todo Gor. Ese día también  volví ver la luz del Lar-Torvis.

Me llevaron a la  consulta de un libre de Casta Verde o lo que sería aquí en la tierra un Medico, quien comprobó mi estado de salud en general, tomo medidas de mis proporciones corporales, me auscultó, y finalmente me puso una inyección con una larga aguja en la cadera, era una serie de tres que me administrarían en lapsus de unos días. Supe que con esas inyecciones ya no envejecería y que tendría el mismo aspecto para el resto de mi vida… que no podría morir de vejez… aunque eso no significaba que fuera inmortal, podía sangrar por tanto, podía morir.

       Y finalmente llegó el día en que fui llevado al mercado como si fuera un animal…. Ganado para vender y comprar. Me agarré al recuerdo de mi esposa y mi hijo perdidos, que fue de las pocas cosas que los esclavistas no pudieron borrar, mi rostro no expresaba ninguna emoción, a excepción de los regueros de lágrimas corriendo por mi cara, estaba muerto por dentro y ya ni me sentía como un hombre, me dejaba llevar por el entorno que hasta entonces me había dominado, ni siquiera mi corazón palpitaba con fuerza al saber que iba a ser vendido, que tendría que servir y también obedecer todos los deseos  de mi amo o ama por muy ingratos o desagradable que lo considerase. Pensaba en mi familia, en lo que había perdido y poco me importaba mi futuro, si vivía o moría, si era libre o esclavo, todo eso daba igual. Estaba vacío y vencido.

       Mientras me transportaban era insultado, escupido y sometido a las risas y burlas por parte de las kajirae (esclavas) que en las calles esperaban a los esclavos que eran llevados al mercado, ella desprecian a los kajirus, a los que no consideran hombres de verdad. Cuando llegué al mercado, tenía unos cuantos esputos de  esclavas  sobre mi piel, nos dieron unos cubos y agua para limpiarnos antes de ser vendidos.

      
A continuación, antes de subir al curuleo (la casa de subastas de esclavos más famosa de la ciudad de Ar), escribieron algo sobre mi pecho izquierdo un numero de lote,  me dijeron que era el número 4 de la cadena, los esclavos se solían vender en grupos o en solitario dependiendo de su calidad de aprendizaje, y de la valoración de los esclavitas. La cadena la formábamos 10 hombres todos desnudos con la excepción de un trozo de tela atado alrededor de la cintura con una larga cuerda de fibra, pero eso también desaparecería en el momento de la subasta, todos los esclavos son vendidos desnudos, hay un dicho en Gor que dice que solo un tonto compraría a una kajira (o kajiru) vestido. Yo era el único bárbaro de la cadena, es decir el único hombre traído de la tierra, el único no nacido en Gor, el resto eran botín de guerra por los que no se había pagado rescate en alguna batalla entre ejércitos de ciudades rivales. Cuanto más alto era el precio de salida del esclavo, más bajo es el número en la cadena, la venta siempre comienzan por el ultimo de la cadena, la cadena la forman el grupo unido por una misma cadena por el cuello o el pie y en la mayoría de las ocasiones por ambos.

       Nuestra cadena era la única formada por  hombres, el resto era cadena de esclavas,  ciento de ellas dispuestas para la venta, todas preciosas, unas desnudas y otras apenas cubiertas con unos harapos, de distintos orígenes, y con todos los tonos de piel y color de pelo que había conocido en la tierra, las había nativas, y también muchas barbarás secuestradas de la tierra, pero entonces yo no lo sabía, era un simple esclavo, lo  aprendí cuando conseguir ser libre, aprendí a diferenciarlas y a someterlas.

 Entre aquellas mujeres habían algunas aterrorizadas lloraban sin parar y se cubrían sus cuerpos semidesnudos  con las manos, esperando con miedo su destino, seguramente su primera venta, otras con más experiencia miraban con interés y curiosidad a los hombres que pasaban dirigiéndole amplias sonrisas y preguntándose si sería aquel guapo amo quien seria su dueño.

       Mientras esperaba resignado mi turno pensaba en la suerte que habría corrido mi hijo, me preguntaba si seguía vivo y si  había seguido mi mismo destino de esclavitud, la duda me taladraba el alma como clavos calentados al rojo, si era así estos hombres eran crueles, solo tenía 4 años o eran… ¿5 años ya?, no podía estar seguro del tiempo que había estado encerrado en aquella jaula lejos de la luz del Sol y cuantos días habían pasado.

En su cautiverio le habían administrado un suero inventado por los físicos, que según le contaron, curaba la enfermedad de la vejez, tendría la misma apariencia para el resto de su vida hasta su cita con la muerte. Sería terrible vivir casi eternamente sin poder aclarar su destino. La tristeza me envolvió, deje que mis lágrimas volvieran a correr otra vez por mi  rostro hasta mi barbilla, goteando y humedeciendo la blanda paja sobre la que  me arrodillaba.

       La cadena me obligó a ponerme en pie cuando tiró de mi, los esclavos habían girado de nuevo del torno que hacia avanzar la cadena a la que estábamos encadenados hasta la corta escalera que me llevaría a la tarima de subastas y a un futuro incierto. Dos esclavos humedecían paños de lana con una mezcla de agua y aceite de Tharlarion que frotaron por mi piel, para  que brillara lustrosa a la luz del Lar-Torvis y hacerla más atractiva. El guardia que los vigilaba, hizo un gesto con la cabeza hacia el subastador que esperaba en la tarima, y la cadena tiró de nuevo del collar que llevaba, obligándome a subir los escasos cuatro escalones hacia la tarima.

       Presentía que no sería agradable, había escuchado, la mofa, las risas y los insultos de aquellos hombres libres a mis hermanos de cadena, y a pesar de todo no esperaba lo humillante que sería ser subastado. Un aullido grotesco subió entre los libres allí reunidos, la mayoría de ellos solo buscaban un poco de diversión a costa de la humillación de los esclavos, solo unos pocos de ellos pujarían con la intención de comprar.  La cadena continuó tirando de mi collar hasta llevarme al poste central donde de inmediato me arrodille en torre, con la mirada puesta en la paja que se acumulaba en el suelo a una orden muda del subastador. Junto al poste habían colocado una gran bola de hierro, que habían llevado entre tres esclavos, marcada con signos Goreanos que, naturalmente, yo no pude leer, supuse que marcaba su peso.

       El subastador tuvo que alzar su voz para poder dejarse oír por la multitud allí agolpada, a la vez que los libres lanzaban silbidos al aire, como si yo fuera la más bella de las esclavas, que provocaba la hilaridad de los que le rodeaban…

-¡lote numero 4!.. -oí gritar al esclavista.
-¡Un excelente ejemplar de bestia barbará… escogida entre lo mejor de los ridículos hombres de la tierra!.. - Un murmullo de desaprobación se elevó entre el público, las bestias terrícolas no eran muy apreciadas por aquellos barbaros y crueles hombres… El esclavista reaccionó de inmediato… Chasqueo los dedos llamando mi atención.

-¡Muéstrale la fuerza de tus músculos, kajiru!- me dijo mientras señalaba la enorme bola… Lo miré incrédulo, había levantado mucho peso en la tierra, mientras me preparaba para el boxeo, pero aquella bola… dudaba en poder levantarla, abrí los ojos ampliamente, era una orden y tenía que obedecer si no conseguía levantarla sufriría el castigo del látigo.

       Me apresuré a caminar hacia ella con la firme decisión de levantarla o morir en el intento. Entre el público se hizo un desconcertante silencio... Me acuclillé, sin muchas esperanzas de poder levantarla y la abracé rodeándola con mis brazos con mis manos lo más cerca posible del suelo  y tire de ella con fuerza. La bola era condenadamente pesaba, tensé mis músculos tirando hacia arriba poco convencido, sin embargo a media que tiraba, sentí como conseguía levantarla del suelo lentamente, aunque llegue a pensar que mis articulaciones y tendones reventarían sin remedio, en la Tierra jamás habría conseguido levantarla, y di gracias por que la gravedad en este planeta sea más baja. Mi confianza en la fortaleza de mis músculos fue en aumento y con  gran esfuerzo me la llevé al pecho en un fuerte abrazo, luego mis piernas comenzaron a funcionar, levanté mi cuerpo despacio, cargando con el peso hasta que me pude quedar de pie… A medida que conseguía levantar la bola, el silencio entre los libres reunido paso a ser de admiración y sorprendidos por mi gesta… Entonces el subastador aprovechando el momento levantó de nuevo la voz.


-¡Puede ser que este bárbaro sea débil en el manejo de las esclavas barbarás de la tierra –el publico volvió a las chanzas y a las risa-, pero observad su fuerza descomunal… es capaz de levantar un bosk si su propietario se lo pide... - Llegado a este punto, mi cuerpo comenzó a sudar, y mis piernas y brazos comenzaron a temblar a causa del esfuerzo que suponía sostenerla,  la cara me ardía  y apretaba la mandíbula con fuerza esperando la orden de soltarla de nuevo, el subastador sin dejar de hablar señaló con el kurt que llevaba en la mano el lugar donde quería que dejara la bola, cosa que hice prontamente y con gran alivio de mi cuerpo, para volver a arrodillarme a una indicación suya.

       Una voz se elevo entre el publico…
-¡Ofrezco 5 tarsks de cobre, tengo  seis boskas que inseminar y se me murió el semental!  - Un coro de risas se elevó entre los libres. Sentí como me ardía la cara ante esta nueva humillación, pero no levante la mirada del suelo. Otra voz se elevo,
-¡Hazlo arrodillarse como esclavo del placer…. Eso enamorará a las boskas! - Esta vez, pude oír la alegre carcajada del esclavista que se sumó a las risas generales, mi cuerpo volvió a temblar, la ira y la adrenalina corría por todo mi cuerpo,  pero era un esclavo, estaba cargado de cadenas, y del cinturón de mi subastador colgaba un látigo de dura piel de serpiente… nada podía hacer por evitar ser humillado en este mundo duro y cruel.

       El subastador hablo de nuevo tan pronto dejo de reír.
–Este esclavo, ha sido entrenado en su tierra natal para enfrentarse a otros con los puños en un espectáculo que  ellos llaman “boxeo”, ya habéis comprobado su fuerza, y en el kennel lo hemos hecho combatir con otros esclavos con sus manos acolchadas para no estropear sus bonitas caras, las libres necesitadas de un esclavo del placer harán una gran compra sin dudas! – Y continuó alabando mis esclavas virtudes.
–Jamás perdió un combate, la mayoría de sus rivales solo aguantaron tres golpes. Cualquier libre que lo compre tendrá una excelente bestia de carga!-

       El subastador hizo una pausa…
-¡Su precio de salida es de 30 tarsks de cobre!- Una mano masculina se levantó de inmediato, era la primera oferta por este esclavo… Casi de inmediato se alzó otra voz ofreciendo 35 tarsks. Otra voz en otro rincón se elevo…
       -¡Necesito a una bestia que tire de mi arado, ofrezco 37….¡-
- ¡40...! - En este punto la subasta se detuvo y el subastador habló de nuevo con la mano levantada…
-¡Ofrecen 40 tarsks de cobre, y considero que es un insulto a esta casa ofrecer este precio por este esclavo.
-¿Entre la multitud habrá alguna libre…? –hizo una pequeña pausa y puso una voz sugerente.
      - ¿Que quiera ver que mas habilidades posee este esclavo?-

       De inmediato  las chanzas y bromas de los libres se reanudaron sin piedad.
 -¡Si, que se desnude, que se desnude!- gritaron algunas voces femeninas y alguna que otra masculina que el subastador celebró con otra carcajada.

       Me ordeno que me levantara y tomara la posición de inspección. De inmediato me puse en pie, separe las piernas para mantener el equilibrio y arqueé mi cuerpo hacia atrás mientras subía las manos cruzándolas detrás de mi cuello, y levanté la vista al cielo. Oí un grito soez por parte de una fémina sobre la parte de mi cuerpo que se apretaba sobre la escasa tela que me cubría… y casi al instante otra voz femenina ofreció 60 tarsk por este esclavo, se escucharon algunas voces de protesta..
-¡Al menos deja que enseñe lo que guarda entre las piernas!- se quejó otra libre, mientras otras voces gritaban. 
        -¡Desnúdalo, desnúdalo!-.

       Había pasado la mayor parte de la corta estancia en Gor, desnudo entre mis hermanos, no era algo que me avergonzase, pero aun así, mi corazón parecía un tambor dentro de mi pecho, no era lo mismo estar entre ellos siendo uno más, que ser expuesto en solitario, decidí evadir mi mente durante esos ehns, en el que el subastador seguía hablando de mis cualidades esclavas y las chanzas y pujas de los allí reunidos hasta que sentí como tiraban del escaso trozo de tela que cubría mi pubis y dejándome ya completamente desnudo.

       Para entonces ya era casi como un robot desconecte mis sentidos, oía las voces muy lejanas, como si todo aquello no fuera conmigo, a excepción de la voz del subastador que me ordenaba adoptar tal o cual postura a petición del público. Ya solo quería que todo acabara y aceptar lo que me deparaba el destino hasta las últimas palabras del subastador me trajeron de vuelta a la realidad del momento.

Última oferta, un tarsk de plata!- exclamó. -¡alzo mi mano, si cierro el puño el esclavo será vendido…¿Alguien ofrece más?-  Esperó unos inhs…
-¿No?... ¡Estoy a punto de cerrarla! -Tronó su voz… A una indicación suya, me arrodillé en la posición del esclavo del placer.

-¡A la de tres cerraré mi puño…. Uno, dos, y… pero antes de cerrar la venta de este bárbaro, tengo que decir que cuando fue esclavizado y traído a esta bella ciudad no vino solo, le acompañaba otro pequeño…un futuro esclavo… su hijo!

       Sufrí un estremecimiento. Fue como si un rayo atravesase  mi cabeza recorriendo todo mi cuerpo hasta llegar a la puntas de mis pies… mi hijo?… mi hijo!, vive!

            Aquí tengo que terminar la narración de este manuscrito, he recibido la noticia de que la nave esclavista partirá pronto hacia la tierra y la falta de tiempo me impide terminarlo, me encargaré de que reciban un segundo manuscrito en la que ya les contare como iniciamos nuestro camino hacia la libertad.

         Cálidos saludos.

                                                                                            Festus, de la casa Mescatos.
                                Mercader de Ar.