En Busca de una salida...
Jo, no podía dar crédito a lo que veían sus ojos, aquel hombre, que a pesar de ser apuesto, y cuyas facciones de no poseer un látigo en la mano, no hubieran sido diferentes a la de cualquiera actor guapo de Hollywood; sus cabellos alborotados, le caían sobre el rostro a cada azote que propinaba sin contemplaciones a la pobre muchacha, las palabras de este salían de una manera armoniosa, ella a pesar de gesticular no emitía ningún sonido aparente, o era que acaso Jo se había quedado sorda y perdida en el tiempo? Era este acto un mal sueño? Cerro sus bellos ojos con fuerzas, cuando de repente comenzaron a menguar los sonidos y los azotes, el hombre se quede de pie frente a la pobre muchacha cuya piel ahora estaba surcada de marcas de un color escarlata. El respiraba agitado y se pasaba una mano firme por sus cabellos apartándolos de su rostro ahora pincelado por los rayos del brillante y enorme sol, algo ya fuera de lo normal, pero para Jo, ya nada era normal en este nuevo mundo, si es que era eso.
Desde donde estaba ella podía ver la línea recta y perfilada de una respingada nariz que parecía haber roto un par de veces debido a un pequeño bulto en tu tabique. Sus labios llenos, pero ahora apretados en una línea seria y dura le daban un aspecto arrogante y sexy, su frente amplia y arrugada por mantener el ceño fruncido, las fosas nasales ahora ventilaba amplios a su pesada respiración. Su cuerpo era otra cosa, de su torso desnudo brillaban pequeñas perlas de sudor que luego de llenarse en gotas resbalaban por las curvas de sus bisep y abdominales descendiendo hasta perderse en su centro donde comenzaba a asomarse un camino de bello oscuro ahora pegado al cuerpo por su humedad. Jo sacudió sus pensamiento moviendo su cabeza para salir de aquel extraordinario encanto de ese hombre toso y bárbaro. Antes de salir de allí le hecho una última mirada y frunciendo el seño, molesta consigo misma.-
El hombre emitió un extraño sonido y a su presencia la joven se acerco a gatas y colocándose en la misma posición que uso antes de que la golpearan, pero esta vez ella mantuvo la mirada clavada en el suelo a sus pies y sus manos se extendía por encima de su cabeza con las muñecas cruzadas, ella dijo algo en ese extraño idioma y mantenía su espalda recta y sus rodillas bien separadas, a lo que el hombre metió un pie entre ellas y pateándolas suavemente las separo aun mas, al parecer estaba satisfecho puesto que le acaricio la cabeza y le levanto del mentón, y miro su rostro, en sus ojos había un brillo como alguien que mira con amor a otra persona, pero como podría el amarla si la golpeaba así?, la muchacha, como agradecida beso y lamio su mano como… como un perro?
Jo se incorporo y se alejo de allí sin hacer ruido, bordeo la barda hasta quedar justo detrás de la cabaña, en donde estaba el pozo y mas allá el frondoso árbol, ella había sido precavida todos estos días y mantuvo escondido su saco con provisiones y algo para su viaje, esa noche se subió al árbol escondida entre las ramas y desde allí se mantuvo en vigilancia hasta quedarse dormida.
Era la mañana de un nuevo día, Jo no pudo conciliara el sueño debido a lo incomodo del árbol, y menos por que en más de una ocasión estuvo a punto de caer de cabeza al suelo, se levanto mucho antes que el hombre dentro de la cabaña, se lavo la cara y se adentro entre la maleza para observar al hombre ese día. Jo pudo divisar al hombre desde dentro de la cabaña, pero por mas que se alzo entre la maleza no logro ver a la muchacha. Un fuerte grito llamo su atención el hombre había salido justo al frente y grito fuerte y claro una palabra: “Kajira” y enseguida apareció la joven pelirroja, su piel aun tenía visiblemente las marcas de azote cruzando todo su cuerpo en particular su espalda. La chica salió corriendo de dentro de la casa arrastrando un cadena que prendía de un collar, ajustado en su delgado cuello; desde ese punto pudo ver en el muslo izquierdo de la joven una marca, algo que se escocía en su piel, aun estaba reciente su piel se veía chamuscada y a carne viva, Jo camino hasta un punto donde podía ver mejor la joven se mantenía de rodillas junto al hombre, este le calo en su hombro, pasando sobre su cabeza un bolso cruzado. Estaba vacío, la chica vestía ahora una especie de saco raido y sucio atado en la cintura con una cuerda, dando unas dos vueltas ajustados más arriba de su cintura terminando en un nudo sobre su cadera izquierda, este le indico que levantar una especie de carreta y juntos caminaron por un sendero colina abajo, Jo no pudo tener más suerte, entraría a llenar su bolso con mas provisiones.
Una vez que vio alejarse al hombre y a la muchacha arrastrando una pequeña carreta Jo entre a la cabaña y allí comenzó a rebuscar entre las posesiones que el libre había traído, encontró una enorme caja abierta y cuya tapa estaba u tanto claveteada le zafo los clavos y la abrió en el encontró un arco y un puñado de flechas, eran de un extraño materia, Jo abrió ampliamente sus ojos claros, ella era experta y tres veces campeona en tiro al blanco en el “Club Campestre el Paraíso”que era el club donde solía ir con sus padres a jugar Tennis y a practicar tiro al blanco en donde obtuvo el primer premio durante tres años consecutivos, los coloco a un lado, se los llevaría; siguió rebuscando y encontró un par de botas, y unos guantes los cuales también llevo un nuevo bolso, el que lleno con una rueda entera de queso y pan, algo que le llamo la atención sobre la mesa era una extraña fruta roja, la cogió y la olio su olor era dulzón y agradable, y al morderla le recordó a una manzana, era más o menos su textura solo que más jugosa y manchaba , lo noto al ver el rojo jugo que chorreo por su antebrazo al morder la extraña fruta, sin dudas era algo de la zona. Llevo un saco pequeño lleno de harina, un poco de frutos secos y dátiles eso sí reconoció, así como una barra de mantequilla, llevo consigo un cuenco y un cuchillo, Jo sostuvo el saco y comprobó que pudiera cargarlo el vieja sin dudas seria lago y sin saber hacia dónde ir sería algo realmente peligroso pero ella no pasaría por lo que paso esa pobre chica.
Jo salió de la pequeña granja y camino rauda por el poblado bosque, paso una extraña noche lejos de la cabaña a la cual ya se había acostumbrado, en su camino encontró huellas del paso de alguna caravana en donde pudo percibir que no marchaban tan lejos como ella esperaba, así que decidió no marchar no tan aprisa, a fin de no toparse con ellos.
Una noche diviso a lo lejos, el humo de alguna fogata y desde donde estaba pudo oír más que nada, los gritos de hombres y mujeres que en arrebatos de ira y furias eran fustigas o al menos eso parecía, aunque otros tantos se aproximaban mas al placer extraño que en ellos ellas ejercían. Jo movida por la curiosidad, se acerco un poco más y se oculto; desde donde estaba pudo ver como una joven era atada a un poste de pies y manos y que al fuego habían varias varas de hierro que al rojo vivo eran sacados y atizados; de repente lo que Jo miro le congelo la sangre, un hombre aspecto fuerte y rudo un tanto, envejecido llevaba un delantal de un extraño material de piel, con guantes gruesos del mismo modo, el hombre se acerco al fuego y cogió una de esas barras al rojo vivo y camino hasta donde estaba la chica atada y lo estampo en el muslo izquierdo haciéndola gritar de una manera que ensordeció a Jo, mientras risas y alaridos de otras mujeres que con sus rostros sonrientes gritaban “kajira, kajira” y escupían a su paso a la pobre joven atada que lloraba a mares y gritaba para que la liberasen, lo extraño es que aquella chica hablaba igualmente español, por lo que quizás venían del mismo lugar que ella. Todos reían y aplaudían, y en jaulas había más chicas quizás esperando por la misma suerte, mientras que otras se veían felices y se abrazaban a los hombres dejándose manosear sus cuerpos casi desnudos.
Un movimiento hacia donde estaba ella la paralizo y a escasos metros un hombre cogió a la chica por los largos cabellos y tiro fuerte de ella, a la joven, Jo la reconocía al gritar en francés, era la misma chica que antes anduvo en la misma jaula que ella, sin dudas era ella; la joven se debatía y gritaba a más no poder el hombre la golpeo dos veces en el rostro mientras se abalanzo sobre ella montándola y sujetando sus brazos a lo alto de su cabeza y allí comenzó a violarla, la chica era callada por los rudos y salvajes besos del hombre quien le besaba y estrujaba bajo su peso, Jo sintió nauseas al recordar que esa pudo haber sido ella. No se movió solo se agazapo en su escondite y cubrió sus oídos para no oír aquella atrocidad. Cuando hubo acabado todo el hombre hablo en ese extraño idioma y entre risas arrastro a la joven ahora gimiendo y sollozante sin fuerzas.
JO decidió regresar a su escondite, una vez allí rebusco entre sus cosa y con lagrimas en los ojos saco el cuchillo afilado que obtuviera de la pequeña cabaña y tomado un gran mecho de su negro y ensortijado cabellos lo corto lo más corto que pudo, lo enterró en la tierra bajo el árbol donde se refugiaba y se caló las botas y guantes así como también decidió envolver sus firmes y voluptuosos pechos en una firme tira de tela de las que había robado; se puso unas ropas de hombres y de la hoya que usara para cocinar, cogió el hollín y se ensucio el rostro se coloco el grueso abrigo sobre sus hombros, desde ahora no sería más una mujer.
El carcaj y el arco le infundía temor a todo aquel que se cruzara en su camino la joven Jo ahora andaba mas libremente por un pequeño pueblo donde decidió y se empeño en aprender un poco de aquella cultura. Encontró trabajo en una pequeña granja donde debía trabajar con llevar agua de un pozo al cuenco de los boskos, Jo había aprendido nuevas palabras pero aun no hablaba se comportaba como una persona muda y solitaria, nadie a excepción de una que otra kajira desvergonzada se le acercaba y le llamaba “amo” ella reconoció este hecho como que ella era superior a esas mujeres, le desagradaba verlas humillarse a tal grado que siempre las corría apuntándoles con su arco a lo que las jóvenes salían corriendo y lloriqueando Jo se reía divertida.
Jo aprendió que el lugar en donde estaba se llamaba Ko ro ba y que desde allí había viajado en caravanas, logro salirse de muchos líos a causa de su buena puntería, cazaba tabuk, un antílope amarillo de un solo cuerno, y lo vendía a cambio de una pocos tarkos o cobres. JO procuraba estar alejada de los Hombres o Libres como le decían en esto que era llamado Gor La contra tierra. Un día Jo escucho hablar a unas kajiras y de ellas identifico una acento peculiar su propios asentó se acerco y llamo a la chica.
La muchacha obedeció, Jo solía poner su voz ronca para así simular que era un joven adolescente de Gor, la joven se arrodillo frente a ella con las piernas separadas y bajo su cabeza.
-¿Te oi .. Hablas… es..espan ..ñol?- Jo la miraba con seriedad y miraba a su alrededor para comprobar que no llamaba la atención, la joven le miro y ahogo un grito de asombro, cuando reconcomio también su acento en el joven muchacho.
-¡Shhhh. Oh…silencio ..kajira… Shh! -Jo debía convencerla de que le enseñara mas ha cerca de este nuevo mundo. La joven accedió complaciente, hacía ya tiempo que no había visto a alguien de la tierra y el ver que el joven muchacho era su "paisano" le causo mucha gracias y accedió encantada ayudarle pero le dijo que el debía de pagar a su amo por sus favores. JO estaba resuelto a hacerlo así que le pidió le explicara cómo debía decirle su amo en esa extraña lengua Goreana, La joven le enseño a decir perfectamente que el "quería los favores de su kajira".
Ese día, Jo no lo sabía pero, el hombre le había dado complacido su kajira a cambio de dos Tabuk a la semana, cosa fácil para JO, lo que no supo sino hasta después es que el hombre creía que el la "usaría en las pieles" como se acostumbraba usara tales bestias en Gor.
JO pasaba horas enteras aprendiendo de "Marlenne" así le contó la kajira que se llamaba en la tierra y que su amos había decidido que conservara el nombre, ya que era ideal para una kajira, la otra cosa que comprendería mas tarde era que aquello era el peor insulto y humillación que se le hacía a una libre, que era luego convertida en esclava.
Marleene, le contó de los viajas de aducción y de que rol cumplen las mujeres y los hombres en Gor. Lo que nunca pudo concebir Jo, era que aquellos malos tratos eran bien recibidos por las kajiras y que su placer era el ser complacientes con los hombres “Todos los hombres” le pregunto acerca de la inyección que si él no la había recibido, entonces era posible que pudiera volver, le hizo prometer a Jo que la llevaría consigo si eso era posible, que extrañaba su hogar, Jo no sabía que decir puesto que ni ella misma estaba segura de cómo fue que llego allí o si era verdad que existían tales naves de viajes.
Había pasado el tiempo y ya Jo era casi una experta en habla Goreano, de sus hábitos y costumbres lo aprendió casi todo, esa mañana cuando disponía a llevar al mercado su mercancía diviso al hombre que conociera aquella vez en el bosque, no daba créditos a sus ojo, el llevaba consigo a dos kajiras atadas de las muñecas y a la parte de atrás de la carreta, ninguna de aquellas era la joven pelirroja; iban completamente desnudas, marcadas y por como tenían la cara interior de sus muslos habían sido violadas. El hombre bajito del mercado la arrebataba desesperado la carne de Tabuk al ver que esta no le prestaba la mas mínima atención y le daba las monedas, pero Jo siguió concentrada en los movimientos del Libre, por un inhs lo miro, al viejo, cogió el dinero y lo guardo. había escuchado de Marlenne que había una manera de volver a la tierra y era solo desde Lydius. Aquel hombre le llamo mucho la atención, nuevamente lo siguió hasta llegar a una taberna, allí descubrió que su nombre era Zaltar Mescatos y que se disponía a viajar a Lydius que había traído consigo un par de bellas kajiras para venderlas y así comprar su pase de abordaje. Esa noche Jo tramaría la manera de salir de allí, según Marleene había un hombre en Lydius que le ayudaría a hacer ese viaje de regreso a la Tierra y era ahora o nunca, pero ella debía ser quien abordase ese barco y no ese tal Zaltar.
continuara...
tu!!!, pequeña ladrona!!!
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