Continuamos con este maravilloso pueblo y sus tribus
Se dice que el bosko es la Madre de los Pueblos del Carro, y
ellos lo reverencian como si así fuese. Al individuo que se atreve a matar a un
ejemplar le estrangulan con correas o le asfixian con el pellejo del animal que
ha sacrificado. Si por cualquier razón resulta que un hombre mata a una hembra
preñada se le ata a una estaca vivo, en el camino de la manada, y los Pueblos
del Carro pasan por encima de él en su avance.
Se decía que en los Pueblos del Carro asesinaban
a los extranjeros. Estos hombres eran capaces de domesticar a los eslines, para
emplearlos como centinelas y pastores, salen de sus jaulas al caer el sol, adiestrados, que se mueven sigilosamente y con
rapidez, y son capaces de atacar sin que
medie otra provocación que la de traspasar los límites de lo que ellos
consideran su territorio. Solamente obedecen a la voz de su amo, y cuando éste
muere se procede a sacrificar a sus animales, que luego sirven de alimento.
Los Pueblos del Carro, de entre todos los que conozco, son
los únicos que disponen de un clan de torturadores a los que se adiestra en el
arte de retener la vida tan cuidadosamente como se les enseña a los escribas o
a los médicos.
Algunos de esos hombres habían adquirido fama y
fortuna en varias ciudades goreanas por sus servicios a los Iniciados y a los
Ubares, así como a otros que tenían interés por las artes de detección y
persuasión. Por algún motivo, todos llevan una capucha que les cubre la cabeza
enteramente. Se dice que sólo se la quitan cuando la sentencia es de muerte,
así que únicamente los condenados habrán podido ver lo que esconden esas
capuchas.
A los niños de los Pueblos del Carro se les enseña antes a
montar las kaiilas que a andar. : los Ubares de los Pueblos del Carro conocen
bien todas y cada una de las viviendas, así como las bestias marcadas en las
diferentes manadas. Cada manada, dicho sea de paso, está compuesta por otras
manadas más pequeñas, y determinados jinetes están encargados de su vigilancia.
Utilizan a los eslines domesticados cuando un esclavo escapa, ya que el eslín
es un cazador eficiente, incansable, salvaje y casi infalible, capaz de seguir
un rastro por antiguo que sea, durante centenares de pasangs. Finalmente, quizás
un mes más tarde, encuentra a su víctima, y la destroza.
Existían cuatro Pueblos del Carro: los Paravaci, los Kataii, los Kassars y los temidos Tuchuks, en esta oportunidad hablaremos de
los
Son una de las cuatro tribus
que conforman los pueblo de los carros, estos son hombres de piel oscura,
o bien llamados negros, su estandarte, está formado por un arco amarillo atado
a una lanza negra. La marca que utilizan, también incluye el arco orientado
hacia la izquierda, como una amplia banda, adornada con cuerdas doradas que
dibujan la silueta de la cabeza y los cuernos de un bosko. El valor de este
estandarte es incalculable. En cuanto a la marca de su ganado y de los
esclavos, es con la representación de
una cabeza de bosko, un semicírculo que descansa sobre un triángulo isósceles
invertido.
Lleva en el antebrazo un pequeño tatuaje con la silueta de los anchos cuernos del bosko. Con esta marca se les permite el paso por las llanuras de los Pueblos del Carro en ciertas épocas del año. Naturalmente, lo que más difícil resulta es obtener el tatuaje. Si no gusta la canción del cantante, si no convencen las mercancías del mercader, se les ejecuta sin dilación alguna. Este tatuaje de aceptación resulta algo ignominioso, pues parece sugerir que quienes se acercan a los carros lo hacen en la condición de esclavos.
Las mujeres de los pueblos del carro: no tienen
la cara marcada, pero si se a semejanza a los boskos, ya que llevaban un anillo en la nariz. Los de los
animales son de oro y muy pesados, mientras que las mujeres lucen joyas mucho
más finas, también de oro, que se parecen a los anillos de boda de este planeta.
Las mujeres van sin velo, con sus
vestidos de cuero hasta los pies y sus largos cabellos recogidos en trenzas, A
las mujeres de los Pueblos del Carro no se les está permitido orar, pero muchas son
las que protegen a los arúspices, los cuales, además de predecir el futuro con
un mayor o menor grado de exactitud y por honorarios generalmente razonables,
son proveedores de una increíble variedad de amuletos, talismanes, filtros,
pociones, papeles hechizados, dientes de eslín capaces de maravillas, polvos
mágicos de cuerno de kailiauk, fantásticas y coloridas cuerdas que pueden
atarse alrededor del cuello de tal o cual manera, según y cómo se quieran
utilizar sus poderes. Todas estas chucherías y muchas más venden los arúspices.
Chica del Primer Carro: significa pertenecer a la corte de Kutaituchik, Su
carro es el Primer carro, y él es quien se sienta sobre el manto gris. El manto
que constituye el trono para nuestro Ubar, el Ubar de los tuchuks. La corte
personal de Kutaituchik está compuesta por muchos carros más de un centenar.
Pertenecer a cualquiera de esos carros significa ser del Primer Carro.
Continuare...